La oficialista agencia mexicana Notimex ha publicado hoy una nota sobre el lamentable estado de inseguridad que se vive en las carreteras de Venezuela y sus implicaciones en los traslados dentro del país.
A pocos días de celebrar el tradicional asueto de Semana Santa, muchos se preparan en Venezuela para viajar por el interior del país, a pesar de la grave inseguridad que predomina en el país.
Las historias sobre eventos de inseguridad en las carreteras son frecuentes en los sitios de noticias y algunos medios impresos, pero también son contadas por personas que lo sufrieron en carne propia.
“Nosotros íbamos camino a Tucacas (occidente) y de repente el autobús en el que viajábamos dio un giro brusco y un montón de gente se cayó de los asientos, se escucharon tiros y la gente comenzó a gritar”, dijo María Herrera en una junta vecinal.
Esta informática de 31 años narró que luego se supo que el ataque fue motivado por un asalto a otro autobús, pero fue suficiente para arruinar el puente que había planeado con un grupo de amigos.
“Resultó que una banda como de siete personas atravesó un tronco en la carretera para robar al autobús que iba al frente. Después de eso no fue posible disfrutar el puente, no pudimos sacarnos de la cabeza lo sucedido”, destacó.
Las historias de asaltos en las carreteras, lejos de ser una rareza, son comunes en Venezuela, donde frecuentemente son reportados en la prensa o esparcidas en las redes sociales por las propias víctimas.
La inseguridad en las carreteras pasó a los primeros planos tras el asesinato el año pasado de la ex miss Venezuela, Mónica Spear, quien había regresado a su país natal para un viaje de reconciliación con su pareja, el irlandés Thomas Henry Berry.
Tras la repercusión internacional que tuvo el asesinato de Spear y Berry, el gobierno se comprometió a incrementar el patrullaje en las carreteras, pero más de un año después el problema parece estar lejos de ser solucionado.
Sin embargo, la mayoría de los viajeros admitieron que seguirán utilizando las carreteras venezolanas, ya que el encarecimiento de los boletos aéreos hace imposible pensar en alternativas viables desde el punto de vista económico.
“Bueno, yo seguiré viajando por carretera porque no me queda de otra, los pasajes al exterior están carísimos y los boletos para viajar dentro de Venezuela están escasos, así que no me queda de otra”, comentó resignado Carles Peña, vecino de María Herrera.
Sucesos parecidos son comunes en las reuniones familiares y de amigos en los edificios, restaurantes y sitios de uso común de Caracas, y en los mensajes de texto venezolanos.
Vía Notimex