Los arqueólogos, que efectuaban una inspección de rutina para luchar contra el robo de antigüedades en el sitio de Horbat Siv, repararon en un montículo situado cerca de la madriguera de un erizo. Acercándose, encontraron una lámpara de cerámica intacta, de 14 siglos de antigüedad, rescatada por el animal.
“El erizo es un excelente arqueólogo que sabe excavar de una forma incomparable”, afirmó Ira Horovitz, responsable de Antigüedades, en la página web de ese organismo.
“Como el país está lleno de sitios arqueológicos, los erizos construyen sus refugios entre los vestigios subterráneos. Desescombran con habilidad y sacan a la superficie lo que encuentran, incluido todo tipo de objetos arqueológicos”. añadió.
La Administración no perdía la ocasión de bromear sobre el hallazgo: “Recordamos a todos los erizos que excavar en los sitios arqueológicos sin autorización constituye un delito”, afirmaba.