En el caso de algunas personas, la ideas suicidas son “tan fuertes” que anulan todo lo demás y es posible que su comportamiento no permita presagiarlo, afirma el psiquiatra francés Bernard Granger, sobre la hipótesis de un suicidio del copiloto de Germanwings.
por Olivier Thibault/AFP
Profesor de psiquiatría de la Universidad René Descartes de París, Bernard Granger es jefe del servicio psiquiátrico del hospital Tarnier (Cochin) de la capital francesa.
PREGUNTA: ¿Qué podría llevar a un piloto a suicidarse?
RESPUESTA: “Es muy difícil responder porque nunca he tenido a ese señor (el copiloto) enfrente. Siempre se pueden hacer mil conjeturas. No se sabe si había tomado sustancias, si su novia lo había dejado la víspera, si tenía antecedentes psiquiátricos ocultos, si tuvo un impulso, si tenía problemas desde hace un tiempo o si, por el contrario, le sucedió algo brutal. Es imposible plantear la más mínima hipótesis en la medida en que se no tiene nada tangible, excepto que se encerró en la cabina e hizo una maniobra para que el avión se estrellara”.
PREGUNTA: ¿Qué se puede decir de quienes se suicidan provocando la muerte de otras personas?
RESPUESTA: “Si se tratase de un caso simple, se habría suicidado de otra forma. ¿Padecía delirios subyacentes? En casos de melancolía delirante, puede haber la noción de ‘suicidio altruista’. Creen que el mundo es tan espantoso que, para salvar a los otros de este mundo espantoso, también los matan. Pero el caso clásico de ‘suicidio altruista’ es el de aquel que mata a su familia y luego se mata él. Esto no cuadra mucho con esta historia”.
“A veces la idea suicida es tan fuerte que se lo lleva todo por delante. Pero existen tantas variantes posibles en las conductas suicidas. En estos momentos, lo único que se puede decir es que no se puede adelantar nada desde un punto de vista psicopatológico”.
PREGUNTA: ¿Este tipo de comportamiento es previsible?
RESPUESTA: “No necesariamente. Mucha gente que se suicida ha tenido antes un comportamiento perfectamente normal. Además, con frecuencia, retrospectivamente, la gente lo ve ‘raro’ y está muy asombrada. A menudo nada permite presagiarlo. Muchos suicidios son improvisados, imprevisibles. Responden a pulsiones o bien son premeditados”.
“Con frecuencia, una persona deprimida que ha decidido suicidarse siente una especie de alivio anticipado.
Entonces se comporta de forma paradójica respecto a lo que va a ocurrir y adopta una actitud aparentemente normal antes de pasar al acto”. AFP