El gobernante Partido de los Trabajadores (PT) apuesta a la figura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) para convocar a movimientos sociales a defender el mandato de la presidenta Dilma Rousseff, en medio de una crisis política derivada del escándalo de corrupción en Petrobras.
“Lula tiene capacidad de orientación para buscar una unidad en el discurso de defender al PT. Y también tiene la capacidad de orientar cambios en el PT, de exigir mayor transparencia al partido y defender al Gobierno de Dilma”, dijo a Efe el diputado federal Paulo Teixeira.
El exmandatario será la principal figura en la reunión convocada para el lunes en Sao Paulo por la dirección nacional del partido de la presidenta Dilma Rousseff que dará inició a una serie de actividades para defender al Gobierno en manifestaciones populares.
El 15 de marzo, unas 2 millones de personas protestaron en las principales ciudades brasileñas, en especial en Sao Paulo, contra el Gobierno de Rousseff, muchas de las cuales reclamaban su destitución a raíz del escándalo de corrupción en la empresa estatal petrolera Petrobras.
Según el diputado Teixeira, Lula deberá darle impulso al proyecto del PT de hacer una reforma política que elimine la financiación privada por parte de empresas de las campañas políticas.
En ese marco y frente al avance de las manifestaciones opositoras, el presidente del PT, Rui Falcao, divulgó un vídeo en el que convoca a la militancia a iniciar a partir del lunes “una verdadera movilización popular” en todos los estados para defender al partido que gobierna Brasil desde 2003.
Por su parte, el titular del PT en la capital brasileña, Brasilia, Roberto Policarpo, dijo a la radio CBN que la figura de Lula “contribuirá para unificar al partido en torno al diálogo con la sociedad en general, el Congreso y los movimientos sociales”.
El Gobierno de Rousseff ha apostado gran parte de sus fichas políticas este año al plan de ajuste fiscal del ministro de Hacienda, Joaquim Levy, que prevé mayor rigurosidad en beneficios sociales como el seguro de desempleo, algo que provocó el rechazo de las centrales sindicales.
Precisamente la Central Unica de Trabajadores (CUT), el Movimiento Sin Tierra (MST) y la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) preparan una movilización nacional a la cual se adherirá el PT y parte de la izquierda oficialista para el 7 de abril.
La popularidad de la presidenta, según una encuesta de Datafolha, cayó al 13 %, luego de haber sido reelegida con poco más de 3 puntos de diferencia en octubre pasado frente al opositor Aecio Neves.
El tesorero del PT, Joao Vaccari, fue imputado en la investigación de corrupción en Petrobras relativa a las donaciones legales recibidas por la fuerza del gobierno por parte de empresas privadas que pagaban coimas a exdirectivos de la petrolera a cambio de ventajas.
Desde la oposición existe la percepción de que la figura de Lula ya no es más convocante como en otros tiempos, sobre todo luego del escándalo de Petrobras.
“Lula, hoy, no ganaría” una elección, declaró recientemente el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). EFE