Les traemos un ilustrador artículo de los editores de Veneconomía. Se plantean que la ret??rica del gobierno de Nicolás Maduro busca ocultar los gravísimos problemas por los que atraviesa el país y que además, paradójicamente, Nicolás Maduro se niega ” a aplicar medida sensata alguna que subsane la espectacular crisis por él mismo provocada”
Venezuela invadida
El discurso del gobierno vociferando sin parar que la planta insolente del imperio invasor agrede a Venezuela, estaría ganándole unos puntos de popularidad a Maduro, de los tantos perdidos por la crisis económico-social en la que ha sumido al país, pero sin llegar de lejos a los altos niveles anteriores a la crisis.
Esto a pesar de que Maduro, por temor a los costos políticos, se rehúsa a aplicar medida sensata alguna que subsane la espectacular crisis por él mismo provocada. Por el contrario, algunos de los anuncios que realizó Maduro en febrero materia económica y que parecían ir en la dirección correcta, han sido un fiasco o no se han concretado, insistiendo en seguir el camino del populismo.
Es el caso del “nuevo” sistema cambiario, Simadi, que parecía iba a ser funcional para amortiguar la sequía de divisas al sector productivo y, en consecuencia, a paliar la ingente escasez, no ha terminado de arrancar, y la situación de desabastecimiento sigue agravándose aceleradamente y el resto de los males que acoquinan al venezolano siguen invictos.
La inflación no cese. Aunque el BCV calla las cifras, el Cendas-FVM informa que el costo de su canasta familiar subió 5,5% en enero y 6,0% en febrero, lo que equivale a una tasa anual de más del 95%.
La devaluación sigue haciendo estragos y hace que empresas de capital extranjero anunciado castigos contables drásticos en relación con sus activos y propiedades en Venezuela, incluyendo a la Ford Motor Co., PepsiCo, Kimberly Clark, Schlumberger, Praxair y Telefónica S.A, entre otras. El informe Panorama de Inversión Española en Iberoamérica en 2015, recién publicado, señala que las 61 empresas españolas con presencia en la región tienen previsto reducir sus inversiones aquí en un 35%, siendo Venezuela el único país donde no piensan aumentar su presencia. Esas empresas le otorgaron una calificación de 1,2 (sobre 4) a la situación económica del país en 2015.
Incluso, la devastadora onda expansiva de las erradas políticas de Chávez-Maduro llegó hasta el deporte, y obligando a diferentes equipos de beisbol a retirarse de país, uno de los últimos los Marineros de Seattle, los que anunciaron que trasladarían su campo de entrenamiento Aguirre (en el estado Carabobo) a la República Dominicana, dejando en operación solamente cuatro campos de la “Liga de Verano Venezolana”.
Ahora, Venezuela ingresó a la lista de destinos de alto riesgo para las principales líneas navieras extranjeras que prestan servicio al país, debido a que el Ejecutivo no reconoce la deuda de más de $800 millones que mantiene con estas empresas por más de tres años, por más de 4.000 contenedores no devueltos.
Esto viene a comprometer aún más la ya escuálida llegada de la mercancía importada y el abastecimiento de los anaqueles, esto en un momento cuando los gremios empresariales alertan del cierre técnico de las empresas del país, como consecuencia de la falta de materia prima e insumos para producir. Cabe recordar que el gobierno adeuda más de $20 millardos al sector privado.
Mientras, la producción agrícola va de capa caída, afectando a ocho, de los 12 rubros vegetales más importantes y la ganadera está contraída por la falta de confianza y de estímulo al productor, y los detallistas están ahorcados por las fuertes presiones y la amenaza de cárcel ejercidas por la Superintendencia de Precios Justos (Sundde).
Esto sin hablar de la parálisis que afecta a las empresas estatales, que afecta al 80% de las obras del sector público y privado, por falta de materiales de construcción.
Así que aunque el gobierno insista en su perorata de supuestas guerras económicas, invasiones imperialistas y aventuras de golpes de Estado, las únicas guerras e invasiones que afectan al venezolano son la miseria, la escasez, la inflación, el hambre, la inseguridad y la represión.
Editores de VenEconomía