Dichas sanciones, amparadas en la soberanía del país del norte, sus leyes y reglamentos, no son contra el pueblo venezolano que hace colas diariamente por más de dos horas en la búsqueda de alimentos y medicinas que generalmente no encuentra. No son para invadir militarmente a este pueblo ya ocupado por cubanos, rusos, bielorrusos, rusos chinos, guerrilleros y terroristas. Las sanciones no son para aniquilar a una sociedad que cada 19 minutos llora a uno de los suyos, caído por el hampa desatada que actúa con la impunidad de saber que nadie lo capturará ni pagará por su delito. No es contra una comunidad que no consigue un repuesto para la nevera o lavadora descompuesta gracias a los continuos apagones y bajones de luz producto del mal estado del sistema eléctrico nacional, en el que se han gastado ingentes cantidades de dólares pero que, gracias a la corrupción, terminaron en los bolsillos de los llamados “bolichicos” y el país continúa en la penumbra.
Esa orden ejecutiva y sancionatoria, no es contra quienes no consiguen una llanta para remplazar la destrozada producto del deterioro de las vías, a pesar que el régimen se llena la boca afirmando una y otra vez que poseemos las mayores reservas petroleras del mundo, pero que a la luz de nuestra miseria, solo han servido para enriquecer a quienes mal dirigen a PDVSA convirtiéndola en una “empresa criminal” señalada como lavadora y blanqueadora de capitales. No, amigo lector, las sanciones no son contra usted ni contra mi, son contra los funcionarios incursos en corrupción y violación de nuestros derechos humanos, que son universales y no tienen fronteras.
Maduro, en solidaridad automática con sus compinches, autorizó maniobras militares para repeler “supuestos” ataques gringos. Con el nombre de “Ejercicio Nacional Escudo Bolivariano”, se realizaron las primeras el pasado 22 de Marzo en el Túnel La Planicie, zona popular de Caracas. Debo confesar con vergüenza que al observar aquello por la televisora estatal, rogué a Dios porque jamás tengamos que participar en una guerra. Nos aniquilarían en segundos.
Vestidos de rojo y verde oliva, los participantes, en su mayoría fuera de forma, corrían y se metían en el túnel cuando supuestamente avistaban una formación aérea que les atacaría. Nada de defensa al suelo patrio…puro correr para “protegerse”…. Pero defensa…no vi. Las acciones de “carreras” estuvieron dirigidas por el comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, mayor general Néstor Reverol, y el jefe impuesto del Gobierno del Distrito Capital, Ernesto Villegas, quien ahora, no solo es periodista y conocedor a profundidad de las enfermedades presidenciales, sino que también es especialista en “maniobras militares” ¿qué tal?
No hay leche, ni azúcar, ni anti convulsionantes. No funcionan los tomógrafos en los hospitales, no hay papel toilette ni para la prensa (que luego de leída podrían funcionar como paliativo). No hay vehículos para adquirir ni repuestos para reparar los automóviles ya desvencijados … Pero si hay dólares para seguir comprando artillería militar a China y Rusia “para mejorar la defensa del país” a señalado Maduro al tiempo que agregó que “somos un pueblo de paz, no queremos violencia ni guerra” aunque vivimos una a diario a consecuencia de la llamada “soberanía alimentaria” que confiscó mas de 4 millones de hectáreas productivas a sus legítimos dueños y acabó con el aparato productivo del país desatando una hambruna generalizada y una inflación asfixiante que nos ha convertido en una nación de pobres y bachaqueros.
A esta lamentable comparsa dictatorial se une ahora Tarek William Saab, defensor del pueblo, pero que sólo defiende al régimen al informar este martes, que los ciudadanos extranjeros, incluyendo ex presidentes, que deseen participar en juicios penales como consultores en Venezuela no tienen competencia para ello y deben poseer una visa laboral. Dicha declaración va contra la posición asumida por el ex jefe del gobierno español, el socialista Felipe González y mas recientemente por el ex presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardozo, quienes han aceptado hacerse cargo de la defensa de los dos principales presos políticos del régimen chavista, Leopoldo López y el alcalde Antonio Ledezma a petición de sus familias.
En noviembre pasado unos 30 ex jefes de Estado y de Gobierno, integrados en el Club de Madrid, suscribieron un texto en el que calificaron de “arbitraria” la detención de López y exigían su libertad. Dicha declaración fue firmada, entre otros, por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile), Alejandro Toledo (Perú), Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Óscar Arias (Costa Rica), Andrés Pastrana (Colombia), Jorge Quiroga (Bolivia) y Osvaldo Hurtado (Ecuador).
Políticos, senadores y diputados del mundo comienzan a manifestar su preocupación por el deterioro del sistema de libertades en Venezuela. La verdad de la violación de los Derechos Humanos ocupa la atención de demócratas del mundo. Quienes afirman que las tímidas acciones del gobierno norteamericano son una afrenta a Venezuela, o son ignorantes o son cómplices de la dictadura. Prefiero inclinarme por lo primero.
Para finalizar quiero agregar que no deseo ni toleraría invasiones yanquis al territorio nacional, como tampoco acepto las cubanas, chinas o de cualquier otra nación del mundo. Quiero a Venezuela para los venezolanos de nacimiento o adopción. Para trabajar con honestidad por ella. Ya basta de entreguismos y falsos patriotismo. Ya basta de cómplices con la dictadura…ya basta de supuestos opositores a la dictadura que se retratan con ella.
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@NituPerez