Las necesidades fisiológicas de los perros ya no quedarán en el ámbito privado. En varias ciudades, cada vez son más los vecinos que utilizan esta técnica para evitar los desechos en las veredas. AP
Frustrados con los propietarios de perros que se rehúsan a limpiar los excrementos de sus animales, un número creciente de dueños e inquilinos de departamentos en Seattle optan por el uso de ADN para identificar a los culpables.
The Seattle Times reportó que una compañía llamada BioPet Vet Lab de Knoxville, Tennessee, ha suministrado cajas de prueba PooPrints a 26 complejos de departamentos y condominios en la asociación de propietarios en la región.
Erin Atkinson, gerente de Potala Village Apartments en Everett, dijo que hay desechos por todos lados.
“Había caca en los ascensores, en los pasillos alfombrados, arriba en el techo”, dijo Atkinson. “Son perezosos, supongo”.
Es por eso que desde febrero de 2014 los inquilinos han pagado “una cuota por única vez de 29,95 dólares para pruebas de ADN”.
BioPet dice que en los últimos cinco años la prueba de ADN ha sido utilizada en casi 1.000 sitios en el país y que es especialmente popular en Miami, Dallas, Los Angeles y otras ciudades grandes.
La propaganda tardó un poco más en llegar al noroeste, pero los condados de King-Snohomish-Pierce fueron receptivos, ya que en ellos hay unos 811.000 perros. Seattle tiene 50% más perros que niños, dijo el Times.
Un estudio dijo que el promedio de caca de perro pesa unos 150 gramos y que los perros en esos tres condados son responsables de unos 122.000 kilogramos de desechos diarios.
Atkinson agregó que después de algunas multas, las pruebas están dando resultado en su edificio, que tiene dos decenas de perros.
“Una persona fue multada cinco veces en una semana”, afirmó. “Eso es más de 500 dólares. Ahora la gente limpia lo que dejan sus perros”.
Las multas son de 59,95 dólares para examinar los desechos y 50 dólares para el edificio por la molestia de recoger la muestra.