Gustavo Coronel: Carta a José Vicente Rangel

Gustavo Coronel: Carta a José Vicente Rangel

thumbnailgustavocoronelSus declaraciones recientes por televisión lo pintan de cuerpo entero. Es decepcionante contemplar su progresivo envilecimiento. No muestra usted ningún recato al celebrar al régimen. Su meloso elogio de  lo que llama “el sólido binomio entre el pueblo y la Fuerza Armada” refleja su total entrega a la tesis fascista vendida al difunto por el también difunto Norberto Ceresole. Usted define esa alianza monstruosa entre una pandilla de saqueadores civiles y una Fuerza Armada prostituida como “una genuina expresión del sentido de patria”. Que pobre noción de patria tiene usted!

Habla usted de una oposición que “violenta sistemáticamente la constitución”. Se requiere gran dosis de cinismo para acusar a la oposición de lo que el régimen practica con desparpajo y está a la vista de todos. Desde el nombramiento ilegítimo de los miembros del Poder Ciudadano hasta la integración del  Tribunal Supremo por tarifados y hasta asesinos, desde el regalo de nuestro dinero a los Castro hasta las declaraciones anti-democráticas del ministro de la defensa en apoyo de una ideología esclavizante, este régimen ha sido un violador perenne de la constitución. Y eso lo saben todos los venezolanos, también usted, lo cual hace su postura inexcusable.

Habla usted del “golpe de estado” de Abril 2002 contra el Presidente Hugo Chávez, definiéndolo como un golpe planificado con apoyo de las transnacionales y del gobierno de los Estados Unidos. Reitera la mentira oficial que aspira a convertirse en historia. Quienes estuvimos en Venezuela en esos días vimos otra película: una masiva marcha de un millón de personas en contra del sátrapa ineficiente y las órdenes de ese sátrapa de reprimirla con el ejército, tratando de activar el  Plan Ávila. La negativa militar a utilizar tal plan los llevó a pedirle la renuncia al sátrapa. Quien se la pidió, la cual el sátrapa aceptó, fue el General Lucas Rincón Romero, hoy embajador del iletrado en Portugal. Como explica usted eso? Como explica que quien realmente derrocó al sátrapa fuera promovido a General en Jefe y concedido una embajada a título casi perpetuo? Que tuvieron las “transnacionales” que ver con este acto militar espontáneo?





Hable usted, si puede, del golpe de febrero de 1992, el cual usted celebra como fecha patria, aquel golpe sangriento que cegó vidas de inocentes y que fue protagonizado por el difunto, un cobarde quien llevó a sus soldaditos engañados  a la muerte. Trate usted de justificar este acto de traición ante el pueblo venezolano, si es que puede.

Desde el inicio de la satrapía en 1999 usted acompañó al sátrapa. Muchos venezolanos lo vieron como un factor de moderación democrática ante las tendencias autocráticas del paracaidista. Pronto comprenderían que ello no era cierto. Se convirtió usted muy pronto en una eminencia gris, manipuladora, posición poco decorosa que ha mantenido todos estos años de oscurantismo y ruina nacional. Por un momento pretendió usted servir de factor de equilibrio entre el régimen y la oposición. Esa pretensión ha sido ya olvidada. Ahora es usted un acrítico defensor del horror al cual Venezuela ha sido sometida.

Habla usted del abandono por parte de la oposición de las “prácticas más civilizadas”. Le exijo presentar ejemplos. Porque, de nuevo, usted acusa a la oposición precisamente de lo que hace el régimen. Esta es una vieja estrategia de los Castro.

Déjeme decirle que sobre el salvajismo del régimen si hay ejemplos: la prisión y la tortura de presos políticos, la muerte de opositores a manos de sus secuaces armados, la anarquía de los colectivos promovidos por miembros de la pandilla chavista, el control a punta de billetes mal habidos de los medios de comunicación, el narcotráfico del cartel de los Soles, la corrupción galopante en PDVSA, CVG, Corpoelec y el ministerio de Finanzas, el lenguaje de analfabeta de Maduro y el grosero tratamiento de Cabello a la oposición en la Asamblea Nacional. Puede usted defender la actitud asqueante de Saab como Defensor del Pueblo? Trate.

Ya usted ha traspasado los límites de lo tolerable con su actitud de abierta complicidad con un régimen anti-democrático y fascista.  Qué triste manera de pasar a la historia para alguien que pretendió, hace muchos años, ser presidente por la vía democrática y que, progresivamente, se fue convirtiendo en un agente de la satrapía y en activo promotor de la mediocrización de nuestro pueblo.

Hablando de atajos, piense usted en su trayectoria.