La Sociedad Venezolana de Salud Pública indicó que la epidemia que inició en junio del año pasado ha dejado dos millones 214 mil afectados en el país. Desde hace cinco meses el Ministerio de Salud no emite el boletín informativo. El último corresponde a la semana 44, con fecha del 1 de noviembre, publica La Verdad.
Por Andrea Terán / Maracaibo / [email protected]
La temporada de lluvia aún no llega y las cifras de chikunguña se intensifican. La epidemia infectocontagiosa que se propagó en junio del año pasado aún merodea a escondidas. Aunque los casos han disminuido considerablemente, los expertos aseguran que pudieran triplicarse durante el próximo período de lluvia entre abril y mayo.
La Sociedad Venezolana de Salud Pública “La Red Defendamos la Epidemia Nacional”, indicó que solo el primer trimestre del año cerró con 107 mil casos. Aunque no hay cifras oficiales, los números corresponden a los 11 mil extraídos de los registros epidemiológicos semanales internos del Ministerio de Salud no publicados y de las 96 mil notificaciones de los casos febriles agudos que se registraron en todo el país y que no se identificaron como la epidemia.
Esta última cifra no es avalada por la institución. Corresponde a un estudio de campo en donde la estimación se obtiene por el número total de casos notificados y de la incidencia acumulada por cada 100 mil habitantes. Los datos se extienden desde la semana epidemiológica n.º 1 hasta la n.º 10 y que pertenecen a enero y marzo de 2015.
Las entidades con la mayor cantidad de casos en lo que va de año son Bolívar, Sucre, Táchira, Trujillo y Cojedes. José Oletta, exministro de Salud y colaborador de la investigación, señaló que cuyas tasas de incidencia fueron las más bajas en 2014.
Distrito Capital presentó un patrón epidémico prolongado desde el brote inicial hasta marzo. Lara, Bolívar y Miranda padecieron de un patrón de duración prolongado desde enero hasta finales de febrero. Además, desarrollaron pequeños brotes posepidémicos. Zulia, Carabobo y Anzoátegui mostraron bajas tasas de incidencia.
Sin números oficiales
Oletta indicó que es la primera vez que se obtiene un balance total de los efectos del chikunguña. “El Estado solo ha reconocido 172 mil casos del año pasado y los 11 mil de lo que va de año; ambos suman un total de 183 mil”. El monto no coincide con los números de la institución, los cuales hacen referencia a los dos millones 107 mil de afectados en 2014, más los 96 mil del primer trimestre de 2015.
“Si sumamos las cifras que manejamos nosotros y las de ellos hace un total de dos millones 214 mil, una cifra alarmante, y esta es la estimación mínima”. Según el estudio, la cifra de afectados representa el seis por ciento de la población venezolana. “Los números pudieran variar si consideramos que por cada caso de febril agudo registrado se presentaron entre dos y tres que no fueron notificados. Esto sumaría unos 11 millones y refleja un 28 por ciento de la población”.
Las cifras del estudio son 4,96 veces mayores que las divulgadas por el Gobierno nacional. El chikunguña ha sido la peor enfermedad infectocontagiosa en los últimos 70 años, lapso en el que se han llevado registros sanitarios confiables en el país. Según la Sociedad Venezolana de Salud, la tasa de ataque de la población parece haber sido la mayor en el continente Suramericano.
“Lo que publicamos nosotros tiene detalles de la distribución geográfica de los casos, pero sin poder hacer la caracterización clínica epidemiológica por género ni grupos, ni edad”. José Oletta, exministro de Salud
Silencio
Las autoridades guardan silencio. A pesar de los reclamos y las exigencias por parte de médicos y especialistas, no se ofrecen datos oficiales sobre la evolución y caracterización clínico-epidemiológica de la epidemia. Hace cinco meses se publicó el último boletín, correspondiente a la semana 44. Hasta el 1 de noviembre se divulgaron los números acumulados de la enfermedad, según el Ministerio de Salud. La información arrojó apenas un millón 492 mil 167. “El retraso y la inconsistencia de la información oficial sobre esta enfermedad son consideradas una amenaza de salud pública internacional, es una muestra del incumplimiento de las obligaciones establecidas en el Reglamento Sanitario Internacional por parte de nuestras autoridades”, precisó José Oletta, exministro de Salud.