La VII Cumbre de las Américas, como ocurrió con la anterior, terminará sin un documento conjunto, ahora debido a la demanda de Venezuela de incluir una condena a las sanciones que le aplicó EE.UU. a siete funcionarios de ese país, que además declaran a ese país como una “amenaza”.
Los cancilleres y delegados de los 35 países americanos acordaron hoy, en una reunión previa a la cumbre que se celebra en Panamá, que el Gobierno anfitrión redacte un informe final sobre la cita, el cual sustituirá al documento conjunto que se negociaba.
En la cita de cancilleres estuvo ausente el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien fue representado por funcionarios de su despacho que, según fuentes consultadas por Efe, no aceptaron la demanda venezolana.
Las mismas fuentes explicaron que la posición venezolana tuvo el respaldo de la “enorme mayoría” de los Gobiernos de América Latina y el Caribe, entre los que se incluyó Cuba, que en Panamá asiste a su primera Cumbre de las Américas, en buena medida por el proceso de distensión que inició con Estados Unidos a fines del año pasado.
Hace dos años, en la cumbre celebrada en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias también se había consensuado un documento, que se frustró finalmente debido a la insistencia de algunos países de América Latina por incluir un párrafo que garantizase que esa era la última cita sin Cuba.
La ministra de Relaciones Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, confirmó tras la reunión de hoy que su país exigió que el documento que se negociaba incluyera un párrafo sobre las sanciones que EE.UU., lo que no fue aceptado por algunas delegaciones.
“Ratificamos nuestra exigencia sobre la necesidad de que ese decreto imperial sea derogado”, declaró Rodríguez, quien apuntó que “además hay que eliminar todos los vestigios de colonialismo e imperialismo que existen en las Américas”.
Rodíguez recordó que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya admitió que Venezuela no supone una amenaza para su país, como dice la orden ejecutiva en la que impuso las nuevas sanciones, por lo que demandó que pase de las palabras a los hechos.
“Si reconoció que Venezuela no es una amenaza, ahora tiene que derogar ese decreto. Errar es humano, rectificar es de sabios”, dijo Rodríguez, quien insistió en que las sanciones aplicadas a su país “son ilegítimas, pues están fundadas en mentiras”.
La Casa Blanca justificó esas sanciones en la situación interna venezolana, en lo que califica de “persecución” de opositores y, según explicó Obama en una entrevista con Efe, en “la erosión continua de los derechos humanos” en ese país.
Uno de los países que manifestó un sólido respaldo a Venezuela fue Ecuador, cuyo vicecanciller, Leonardo Arizaga, recordó que las sanciones aplicadas por Estados Unidos al Gobierno de Nicolás Maduro ya han sido condenadas por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
“Expresamos nuestra solidaridad con Venezuela y con Cuba, que aún sufre con el bloqueo”, declaró Arizaga a Efe, y apuntó que durante la reunión celebrada hoy “la unidad de la CELAC” en torno a esos dos países “ha quedado en evidencia”.
Frente al desacuerdo suscitado por la demanda venezolana, los ministros acordaron que el Gobierno panameño, como anfitrión de la cita, se ocupará de emitir un informe final en el que se relatarán “los consensos alcanzados” en la cumbre, que fue convocada bajo el lema “Prosperidad con Equidad”.
Esos documentos sobre los cuales había acuerdos previos estaban centrados sobre todo en asuntos sociales y de infraestructura, entre otros asuntos, que en vez de ser volcados en un documento firmado por los mandatarios, serán relatados por el Gobierno panameño. EFE