La acidez de los océanos debido al enorme aumento de dióxido de carbono tras erupciones volcánicas provocó la mayor extinción de especies de la historia de la Tierra hace 252 millones de años, dijeron investigadores el jueves.
En ese entonces, más de 90% de las especies animales marinas y más de dos tercios de las especies terrestres, desaparecieron.
Al absorber el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, la composición química de los océanos se modificó y se volvió más ácida con consecuencias catastróficas sobre la fauna y la flora, explicaron los científicos en un estudio publicado en la revista estadounidense Science.
Estos resultados son útiles para ayudar a comprender la amenaza que representa para la vida marina el proceso de acidez que hoy en día están padeciendo los océanos.
“Los científicos sospechaban desde hace tiempo que había tenido lugar un proceso de acidez oceánica durante la mayor extinción de todos los tiempos, pero hasta ahora no teníamos evidencia directa”, dijo Matthew Clarkson, un geocientífico de la universidad de Edimbourg (Reino Unido) que coordinó la investigación.
Los resultados “son preocupantes, dado que ya podemos ver hoy en día un aumento en la acidez de los océanos resultado de las emisiones de carbono por la actividad humana”, destacó.
El fenómeno actual es resultado del rápido aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, de los cuales el CO2 en particular proviene de la combustión de energías fósiles responsables del cambio climático.
La cantidad de dióxido de carbono expulsado a la atmósfera vinculado a la extinción masiva de hace 252 millones de años probablemente fue más importante que las reservas de energía fósil de hoy en día, dijeron los científicos.
No obstante, según ellos, el ritmo de progresión de las emisiones de CO2 actuales era entonces similar al de ahora. Y es un factor clave en la acidez de los océanos.
Los océanos tienen capacidad de absorber, sin consecuencias, sólo una cierta cantidad de dióxido de carbono.
El cambio de la composición química de los océanos, cuando ocurre tan rápidamente, dificulta la adaptación evolutiva al nuevo medio ambiente. AFP