Entre agosto y septiembre de 2014, en un esfuerzo mancomunado de las universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar, se realizó un trabajo de campo, consistente en una encuesta amplia y muy bien estructurada, cuyo objeto fue determinar en qué condiciones realmente vive la población del país. A tales efectos se constituyó un equipo para llevar adelante un “Proyecto de Condiciones de Vida de la Población Venezolana, Encovi 2014”, cuyos resultados, para el ámbito de la vivienda y su entorno, fueron analizados magistralmente por el Dr. Alfredo Cilento Sarli. Un resumen de tal análisis nos permite resaltar lo siguiente: La mitad de la población de Venezuela vive en barrios o zonas populares; para un país que en los últimos 10 años tuvo una colosal fortuna petrolera, constatar que el 50% de los venezolanos habita en condiciones de pobreza, sin la calidad de vida que su dignidad humana merece, es cuando menos una afrenta que nos hiere como sociedad. Por otra parte, dos tercios de la población mora en hogares autoproducidos, o sea, en viviendas hechas por ellos mismos; la autoconstrucción es la norma en los barrios, pero también se da fuera de ellos, aunque en mucha menor cuantía. Esto habla de una ancestral cultura popular que capacita a los venezolanos para proveerse, por sus propios medios, de una vivienda para sí y para su familia; el problema es que por la ausencia del Estado estas construcciones no se ajustan a normas y diseño de resistencia estructural.
Un dato muy interesante que arroja la encuesta es el relativo a la cantidad de viviendas construidas en los últimos 10 años; en efecto tabulando lo que la gente dice y extrapolando cifras, tenemos que en ese período se construyeron en Venezuela 570.000 viviendas, entre el sector privado y el público. Como quiera que esto abarca desde 2005, por supuesto que en tal lapso está incluida la Gran Misión Vivienda Venezuela, que arrancó en 2011 y la cual, según la primera magistratura y los altos voceros del régimen ha construido en 4 años la bicoca de 700.000 viviendas (sector público). Esta cifra oficial es desmentida en los hecho por la encuesta, la cual calcula que del poco más de medio millón de viviendas construidas en los últimos 10 años, apenas 189.000 fueron hechas por el gobierno, cifra que cuadra con lo que algunos especialistas hemos venido sosteniendo reiteradamente frente a las mentiras descaradas del oficialismo.
Un hecho muy preocupante que revela la encuesta es que 47 % de viviendas construidas son en extremo vulnerables, o potencialmente endebles, frente a sismos. Esta dato es grave y nos coloca en la imperiosa necesidad de tomar medidas urgentes desde ya, dada la posibilidad de ocurrencia de un evento de esta naturaleza, de acuerdo con lo que dicen los expertos. No se trata solamente de habilitar físicamente a los barrios, es decir, reforzar sus suelos y mejorar sus servicios, sino que es menester e indispensable hacer cirugía estructural de las viviendas, reforzando las vigas de corona y dándoles continuidad a los machones de las plantas bajas y de los pisos superiores, entre lo más urgente.
La solución como lo dice el “Maestro Cilento” es la generación de suelo urbanizado y el desarrollo de la vivienda progresiva, algo que por cierto consideramos en la Política Pública de Desarrollo Urbano y Vivienda que al efecto acaba de elaborar la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat.