El papa Francisco viajará a Cuba en septiembre y será el tercero en visitar la isla tras Juan Pablo II y Benedicto XVI. EFE
La visita de Francisco será también la primera etapa de un viaje que le llevará a Estados Unidos, más en concreto a Washington, Nueva York y Filadelfia.
Bergoglio es el tercer pontífice en visitar la isla caribeña tras san Juan Pablo II, que lo hizo en 1998, y Benedicto XVI, en 2012.
Wojtyla fue el primer pontífice que viajó a la Cuba de Fidel Castro los días 21 a 25 de enero de 1998.
En la isla, Juan Pablo II visitó las ciudades de La Habana, Santiago de Cuba, Santa Clara y Camaguey. Pronunció doce discursos y homilías y recorrió un total de 18.500 kilómetros.
El papa polaco fue el primero que se reunió con el presidente Fidel Castro en el Palacio de la Revolución, sede del gobierno cubano, en una entrevista de aproximadamente 45 minutos, catalogada como “de cortesía”.
No obstante, este no era el primer encuentro; ambos mandatarios, protagonistas del final del siglo XX, se habían reunido en un histórico “mano a mano” en el Vaticano el 19 de noviembre de 1996.
Pocos días después, como gesto al pontífice, el gobierno cubano autorizó el permiso de residencia para 40 religiosos y religiosas que formaban parte de una larga lista de espera, el grupo más numeroso admitido en bloque desde la década de los sesenta.
“Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba para que este pueblo pueda mirar al futuro con esperanza”, le dijo Juan Pablo II a Fidel Castro a su llegada a la isla.
Catorce años después, los días 26 al 28 de marzo de 2012, Benedicto XVI se convirtió en el segundo pontífice que viajaba a la isla y lo hacía como “peregrino de la Caridad” por ser ese el Año Jubilar por los 400 años del hallazgo de la imagen de la patrona del país.
En esa ocasión, el papa Ratzinger se reunió con el presidente Raúl Castro y vio también a su hermano Fidel, el líder de la Revolución cubana, retirado del poder desde 2006.
En Cuba, Benedicto dejó mensajes en defensa de las libertades, reclamó más espacios para la Iglesia católica, criticó el bloqueo de Estados Unidos contra la isla y abogó por la reconciliación de los cubanos de dentro y fuera del país.
Durante su estancia en la mayor de las Antillas, ofició dos misas multitudinarias en las principales ciudades del país, Santiago y La Habana.
“Que Cuba sea la casa de todos y para todos los cubanos”, dijo el pontífice en su discurso de despedida en La Habana.
Asimismo antes de dejar la isla y delante de Raúl Castro, el papa pidió que en la tarea de construir una sociedad renovada nadie se vea impedido “por la limitación de sus libertades fundamentales”.
El papa Francisco será el tercer pontífice que viaje a Cuba en septiembre de 2015, tres años después de la visita de su predecesor en un contexto político bien distinto, tras la labor de la diplomacia vaticana en el histórico acercamiento entre las autoridades cubanas y Estados Unidos.
Asimismo, se da la circunstancia de que en 2015 se celebra el 80 aniversario del inicio de relaciones diplomáticas entre Cuba y la Santa Sede.