El telescopio espacial Hubble “ha abierto los ojos de la humanidad al Universo” y sus imágenes las podemos encontrar hoy en día en colegios, en el cine, en la publicidad o en las portadas de discos, más de un millón de observaciones que la Agencia Espacial Europea tiene archivadas en su sede de Madrid.
Mañana este telescopio, fruto de la colaboración entre la NASA (EEUU) y la ESA (Agencia Espacial Europea), cumple 25 años y sus imágenes están ya en el imaginario colectivo de la gente de la calle: “Hubble ha popularizado la astronomía entre el público general de una forma que ha excedido todas las expectativas”, señaló a Efe Pedro García Lario, astrónomo y científico de la ESA.
El centro de operaciones de Hubble, donde trabajan más de 350 personas, está en Baltimore, Maryland (EEUU), y este instituto es el responsable de distribuir los datos a los astrónomos que han obtenido tiempo de uso de los instrumentos del telescopio y que tienen derechos exclusivos de acceso a sus datos durante un año.
Después de este período, los datos entran en el dominio público, siendo accesibles a todo el mundo. Precisamente, estos datos públicos son los que alberga la ESAC, sede de la ESA en Madrid: un total de 90 terabytes de datos almacenados en discos, el equivalente a 20.000 dvd, explicó a Efe Christophe Arviset, responsable del archivo de Hubble en ESAC.
“Alrededor de 200 usuarios al mes bajándose un terabyte de datos”, detalló este experto, quien añadió que Hubble ha generado más de 13.000 publicaciones científicas desde 1990 y cada vez más realizadas a través del análisis de los datos del archivo.
Y es que el archivo de Hubble (en Canadá hay otro) contiene 1,2 millones de observaciones, todas públicas y accesibles libremente ‘on-line’ a través de cualquier navegador (el 85 % de estas observaciones son imágenes obtenidas por las cámaras del Hubble, mientras que el 15 % corresponden a datos enviados por los espectrómetros).
Las imágenes que se reciben directamente del telescopio son realmente imágenes monocromáticas (en escala de grises) que corresponden a diferentes filtros (colores).
“Lo que intentamos hacer es combinar estas imágenes del modo adecuado para intentar reproducir lo que el ojo humano vería y de este modo obtener las fotografías espectaculares y a todo color a las que estamos acostumbrados”, apuntó García Lario.
Para este científico, Hubble ha revolucionado la astronomía prácticamente en todos los ámbitos y “ha abierto los ojos de la humanidad al Universo”.
En el campo de la astrofísica extragaláctica, ha obtenido imágenes de las galaxias más remotas con observaciones ultra-profundas de campos vacíos de estrellas cercanas, en los que se detectan las imágenes de cientos de galaxias que datan de cuando el Universo solo tenía mil millones de años de edad.
Mediante la observación de un tipo especial de estrellas variables, llamadas cefeidas, y de supernovas en otras galaxias ha sido capaz de determinar “con precisión incomparable” la edad del Universo, en 13.700 millones de años, ha continuado este experto.
Ha obtenido imágenes espectaculares de la colisión de gigantescas galaxias y ha sido fundamental, en conjunción con otros telescopios en tierra, para determinar que el Universo se encuentra actualmente en una fase de expansión acelerada.
En el campo de la astrofísica galáctica, Hubble ha escudriñado “con todo lujo de detalle” las nubes de gas y polvo donde se forman nuevas generaciones de estrellas y también ha enviado imágenes espectaculares de las morfologías imposibles que las estrellas desarrollan poco antes de morir, al convertirse en ‘nebulosas planetarias’, relata este astrónomo de la ESA.
Más cerca de nuestro sistema solar, este telescopio ha descubierto, hace sólo unas semanas, un profundo océano de agua salada bajo la corteza helada de Ganímedes, el mayor satélite de Júpiter.
Preguntado por qué imágenes quedan por captar, García indicó: “Cuando se trata de resultados científicos siempre es posible intentar algo nuevo. No se trata únicamente de detectar el objeto más débil, el más lejano, sino de detectar aquél que nos proporciona la pieza del puzzle que nos falta para demostrar que una teoría es correcta; en este sentido, cada nueva imagen obtenida por Hubble puede ser la más importante”. EFE