Carlos Salazar, miembro de la Coalición Nacional de Sindicatos, anunció este jueves que el irrespeto laboral y los atropellos a los que han sido sometidos integrantes de la fuerza sindical vinculada a la Alcaldía del municipio Libertador y otros organismos adscritos al Estado venezolano, serán llevados a la Organización Internacional del Trabajo y la Internacional de Servidores Públicos.NP
Relató los emblemáticos casos de Lesly Vega, José Pineda, Manuel Rondón, Denis Guédez, Luis Aguilar y César Mora, quienes han sido destituidos de sus cargos, golpeados y amenazados, sin que exista respuesta por parte de los órganos de justicia del Estado, considerando que en la Alcaldía dirigida por Jorge Rodríguez se atropella a los sindicalistas casi a nivel de los sucedido en Guayana, donde están presos varios trabajadores de la CVG por hacer reclamos de reivindicaciones laborales.
“Las autoridades no se pronuncian en estos casos, la justicia venezolana es retardataria y mata el sindicalismo y los trabajadores cuando no se imputa a quienes nos agreden, se irrespetan órdenes de reenganche o las denuncias se duermen en los archivos de los tribunales”, expuso Salazar, quien detalló las situaciones enfrentadas por sus compañeros.
“Lesly Vega, de Inmerca, fue empujada por unas escaleras por el Presidente de esa institución, quien sabemos que es familiar del alcalde Jorge Rodríguez y esta persona no ha sido ni siquiera imputada por algún Fiscal del Ministerio Público por violencia de género”, describió el integrante de la Coalición Nacional de Sindicatos, agregando que Vega ha sido amenazada de muerte y desaparición luego del penoso incidente.
También comentó la destitución de 25 dirigentes sindicales de Libertador por reclamar una contratación colectiva. “Ya que Jorge Rodríguez recogió diez millones de firmas, le decimos que apenas necesitamos una, la suya, para que restituya a los trabajadores y también destituya al Presidente de Inmerca”.
Igualmente se refirió a la situación vivida por Denis Guédez, delegado del sindicato del Hospital Clínico Universitario, quien ha sido golpeado varias veces dentro del centro de salud por grupos armados. “Pareciera que la intención de todos estos patronos es que los sindicatos no hagan su trabajo de actuar a favor y en beneficio del trabajador”, dijo.
Por su parte, Guédez narró personalmente su situación de persecución, agresiones, injurias y destitución. Luego de haber sido separado de su cargo durante tres años, al regresar ganó las elecciones del sindicato con sus compañeros de fórmula a pesar del apoyo patronal hacia un pequeño sector de trabajadores. Sin embargo, fue agredido brutalmente dentro del mismo centro de salud por estos grupos que incluso están armados y sin embargo, no sólo no hay respuesta de los tribunales, sino que tampoco hay concreción en las demandas de planteadas en cuanto a la situación laboral e incluso de atención a los pacientes.
Otro caso no resuelto por las autoridades nacionales es el del Secretario General de la Federación de Trabajadores Públicos, Manuel Rondón, destituido por denunciar irregularidades en el Instituto Nacional del Adulto Mayor.
“No queremos más dirigentes sindicales presos, no queremos más tribunales que violenten nuestros derechos”, clamó Carlos Salazar para insistir en que el camino internacional es el único que le ha quedado a una dirigencia vapuleada.
Los trabajadores cuentan con el apoyo del Instituto de altos estudios sindicales, Inaesin, para sustentar estas denuncias ante los organismos multilaterales.