Un grupo de investigadores españoles ha demostrado a través de un estudio que la presencia de células tumorales circulantes en la sangre en pacientes operados de cáncer de pulmón se puede asociar a un mayor riesgo de recaída de esta enfermedad.
La investigación se realizó en el Hospital Virgen de las Nieves y el centro Genyo de Granada (sur) y sus resultados fueron presentados recientemente en el Congreso Europeo sobre Cáncer de Pulmón celebrado en Ginebra (Suiza).
Clara Bayarri Lara, responsable clínica del hallazgo, informó a Efe de que la presencia en la sangre de las referidas células tumorales, que persisten en un porcentaje de casos tras la intervención quirúrgica con fines curativos, permite prever cómo será la evolución del paciente y su posible recaída.
Los resultados preliminares del trabajo abren nuevas vías de actuación para este tipo de enfermos ya que, superada su fase de investigación, permitiría proponer tratamientos complementarios a la cirugía y específicos a partir del análisis de la presencia en sangre de las células tumorales, también denominado biopsia líquida.
Bayarri Lara explicó que la detección de esas células circulantes en la sangre resulta cada vez más importante en la investigación de biomarcadores de cáncer y puede dar información temprana sobre el riesgo de recaída y progresión de la enfermedad.
Unas recaídas que se producen “con frecuencia” incluso con el tratamiento quirúrgico óptimo para ese tipo de cáncer, advirtió esta experta, quien detalló que el estudio se ha centrado en algo más de medio centenar de pacientes con cáncer de pulmón que habían sido sometidos a una cirugía radical.
Los investigadores tomaron muestras antes y un mes después de la cirugía y, tras estudiar cada caso, comprobaron que la recurrencia de la enfermedad estaba significativamente asociada con la detección de la células tumorales circulantes en la sangre.
Bayarri Lara advirtió, no obstante, que se tratan de unos resultados preliminares y que espera que un estudio más amplio permita validar todavía más a estas células tumorales como elemento clave para pronosticar el riesgo de recurrencia de la enfermedad.
El trabajo, según la investigadora, puede permitir abrir nuevas vías destinadas a un tratamiento individualizado de cada paciente que haría posible hacer frente a esas posibles recaídas.
Las células tumorales circulantes son aquellas que se desprenden de los tumores primarios, se vierten en la sangre, son capaces de colonizar otros órganos y responsables por tanto de metástasis.
Muchas de esas células circulantes a veces no presentan las mismas características genéticas que los tumores y por tanto todas las dianas terapéuticas no logran eliminarlas. EFE