Potentes réplicas del devastador terremoto de magnitud 7,8 del sábado sacudieron Nepal este domingo, provocando el pánico de los supervivientes de una tragedia que ha dejado más de 2.500 muertos, mientras varios países anunciaron el envío de ayuda económica y equipos de rescate.
Las réplicas, una de ellas de magnitud 6,7, se produjeron durante la noche del sábado y en la mañana del domingo, obligando a la gente en la capital nepalí a pasar la noche a la intemperie o en tiendas de campaña.
“No pudimos dormir en toda la noche. ¿Cómo podríamos haber dormido? El suelo no paraba de temblar. Solo nos queda rezar para que este se termine y podamos volver a nuestras casas”, dijo Nina Shrestha, un joven que trabaja en el sector de las finanzas.
Las réplicas también provocaron nuevas avalanchas en el campamento base del Everest, según montañista presentes, justo después de que los helicópteros de salvamento evacuasen a los heridos del alud del sábado, que mató al menos a 18 personas.
El portavoz del Departamento de Turismo, Tulsi Gautam, informó que hay 61 heridos.
“No sabemos sus nacionalidades, pero la mayoría de ellos serían extranjeros”, dijo a la AFP Ang Tshering Sherpa, presidente de la asociación nepalí de montañismo.
El Centro nacional de Operaciones de emergencia, basado en Katmandú, dio un nuevo balance de 2.430 víctimas mortales, y en torno a 6.000 heridos, en el peor terremoto que ha golpeado Nepal en 80 años.
En India, las autoridades estiman en 67 el total de fallecidos, contra un balance anterior de 53. La televisión estatal china afirmó por su parte que 18 personas murieron en la región del Tíbet,
Estados Unidos anunció el envío de equipos de socorro y el desbloqueo de un primer envío de un millón de dólares.
Expertos de la Unión Europea viajarán a la zona afectada y Berlín, Londres, París y Madrid prometieron ayudas, mientras que Noruega anunció por su parte el desbloqueo de 3,5 millones de euros.
– Devastación en Katmandú –
El sismo cortó las autopistas de la capital y provocó daños en el aeropuerto internacional, que tuvo que cerrar “por motivos de seguridad”.
Las comunicaciones, la electricidad y el agua corriente han quedado cortadas, indicó la ONG Oxfam, que “se prepara a llevar agua potable y artículos de primera necesidad”, según la directora de su oficina en Nepal, Cecilia Keizer.
India evacuó a sus ciudadanos atrapados en Nepal en aviones militares mientras que 62 equipos de rescate chinos llegaron al área con perros entrenados.
“Hemos desplegado todos nuestros recursos para la búsqueda y el rescate”, dijo a la AFP el portavoz de la policía nacional de Nepal, Kamal Singh Bam. “Enviamos helicópteros a las áreas remotas. Estamos buscando entre los escombros de los edificios colapsados para ver si podemos encontrar a alguien”.
En Katmandú, centenares de edificios se hundieron. La histórica torre Dharahara, una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad, no resistió las sacudidas y sus nueve pisos se vinieron abajo dejando un montón de escombros y según la policía, cerca de 150 personas en el interior.
La lluvia de este domingo podría complicar la situación de los damnificados y las labores de rescate.
Mientras los equipos de salvamento buscaban entre los escombros, muchos con la única ayuda de sus propias manos, los hospitales se veían desbordados por el número de afectados.
En el hospital Bir, el más viejo de Katmandú, familiares de las víctimas intentaban espantar a las moscas de los cuerpos, que se amontonaban en el suelo ante la falta de espacio en las morgues.
Muchos médicos atendían a los afectados, la mayoría con fracturas múltiples y traumatismos, en tiendas de campaña anexas, debido a la gran cantidad de ingresados en el centro, pero también porque muchas personas tenían miedo de entrar al edificio, explicó Samir Acharya, doctor en el Hospital neurológico Annapurna.
Las primeras incineraciones comunes se hicieron en el distrito Pashupatinath de Katmandú, con el humo de las pilas funerarias elevándose entre ruinas de la ciudad.
por Ammu KANNAMPILLY / Paavan MATHEMA/AFP