Las labores de rescate tras el terremoto que asoló Nepal continúan dificultadas por el mal tiempo y por las carencias del país asiático para responder a un desastre de tal magnitud, mientras se agota el tiempo para encontrar supervivientes entre los escombros.
El último recuento oficial de fallecidos por el seísmo de 7,8 grados del sábado, difundido a las 14.55 hora local (9.10 GMT), se situó en 4.358 y el de heridos en 8.174, cifras que empiezan a aumentar más despacio tras el rápido ascenso de víctimas de los primeros días.
El Equipo de las Naciones Unidas para la Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC) advirtió de que se acaba el tiempo para encontrar personas con vida.
Arjun Katoch, miembro de la UNDAC, aseguró a Efe que es poco factible que la gente pueda aguantar viva bajo los escombros durante más de 96 horas, plazo que se cumplió hoy.
El Ejército nepalí está desplegado en 19 puntos de Katmandú donde podría haber supervivientes, según el diario local My Republica.
El primer ministro del país, Sushil Koirala, reconoció ayer que las operaciones de búsqueda, rescate y ayuda no han sido efectivas, debido al corte de las comunicaciones y la falta de preparación de los equipos, de acuerdo con el medio local Kantipur.
Organizaciones humanitarias como Cruz Roja, que trata de repartir paquetes de ayuda a 20.000 familias en Katmandú, también encuentran bastantes dificultades, afirmó a Efe uno de sus responsables, Rajendra Rokaha.
Miles de personas siguen en la calle, bien porque perdieron sus casas o por miedo a derrumbes.
En el aeropuerto de la capital nepalí, cientos de personas tiradas por el suelo, en una interminable cola o resguardadas de la lluvia donde mejor pueden, aguardan a salir del país asiático.
El aeropuerto Tribhuvan, golpeado por el sismo, está saturado de tráfico aéreo en las últimas horas.
La joven Sulochana Somal lleva tres días esperando con su marido e hijo para volver a la India, mientras que otra compatriota, Lalit Agrawal, declaró a Efe que “el aeropuerto es muy pequeño” para atender a tanta gente.
Las malas condiciones meteorológicas en la mayoría de las áreas afectadas complican el rescate fuera de Katmandú, como en el Everest.
Los equipos de rescate recuperaron al menos trece cadáveres, nueve de ellos de nepalíes, dos estadounidenses, un australiano y un chino, de los 18 fallecidos en esta montaña por avalanchas tras el terremoto, según los últimos datos del Centro Nacional de Operación de Emergencia del país de los Himalaya.
Otros 61 montañeros resultaron heridos, de los que 53 fueron evacuados a Katmandú y 8 son atendidos en Lukla, una localidad cercana a la montaña más alta del mundo.
España repatriará entre hoy y mañana desde Nueva Delhi a 115 españoles que han sido evacuados en las últimas horas desde Nepal, según anunció el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Un total de 127 españoles fueron evacuados desde Nepal a Nueva Delhi, de los que doce ya partieron hacia España, y un total de 44 ciudadanos viajarán esta noche en el Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española en el que Margallo regresa a Madrid.
Otros 71 españoles saldrán mañana en el avión que el Gobierno ha fletado para la repatriación.
El terremoto del sábado ha sido el de mayor magnitud registrado en Nepal en 80 años, y el peor que ha vivido la región en una década desde que en 2005 un movimiento telúrico causara una tragedia de grandes dimensiones en la Cachemira, con más de 84.000 muertos. EFE