Un instructor del ejército británico fue detenido por intento de asesinato después de que no se abriera el paracaídas de su esposa, que milagrosamente sobrevivió a un salto de 1.200 metros, reseña AFP.
El sargento de 35 años, de origen sudafricano, fue detenido la semana pasada después de que el salto provocara graves heridas a su esposa, de 39 años.
El incidente tuvo lugar el 5 de abril en la base área de Netheravon (sudoeste). Según la policía, el paracaídas de esta saltadora experimentada, también instructora, no se abrió, como tampoco lo hizo el de emergencia, en un primer momento, aunque muy poco antes de llegar al suelo se desplegó, a tiempo para frenar el impacto y permitir que sobreviviera.
La ausencia de una pieza en el paracaídas hizo que la policía sospechase de un sabotaje que señaló al marido, que era quien se lo había proporcionado.
La mujer sufre una fractura en la clavícula, tiene una pierna rota y heridas en la columna vertebral.