“Las leyes no sirven para nada, porque los hombres buenos no las necesitan y los malos no las cumplen” (Séneca).
En Venezuela padecemos una situación de anomia, una pérdida de toda referencia de valores y principios y un desconocimiento de las normas y las leyes. La anomia es una enfermedad social. Una situación en la que las personas actúan como les viene en gana, desconociendo las normas y cometiendo infracciones y delitos; niegan las reglas de comportamiento, no las aceptan y hacen su voluntad.
Pero es el mismo gobierno el que fomenta la anomia, al violar la Constitución y las leyes. Abusando del poder encarcela a estudiantes, tuiteros y opositores por el “delito” de pensar diferente, les viola sus derechos, los maltrata y tortura en las cárceles de Ramo Verde, el Sebin y La Tumba. Y como controla el Poder Judicial, al ser provisorios más de 80% de los jueces, interviene en sus nombramientos y destituye a quienes se atreven a aplicar la ley por encima de la política; hace eternos sus juicios y niega el derecho a la defensa.
La corrupción es otro ejemplo de anomia, que en Venezuela existe a todos los niveles. Militares de alto rango y prominentes funcionarios se encuentran implicados en corrupción y narcotráfico, pero son premiados con embajadas y ministerios. Decenas de miles de millones de dólares son saqueados, escondidos en los bolsillos de la oligarquía militar y sus cómplices civiles son descubiertos en bancos de Andorra, España, Luxemburgo, Panamá y Suiza; pero no pasa nada. En Venezuela no existe democracia, tenemos una cleptocracia, un gobierno de ladrones.
Este ambiente de anomia e impunidad en el cual convivimos estimula el delito. El año pasado la impunidad en materia de corrupción, violación de los derechos humanos, secuestros y delitos comunes fue de 98%. El “Índice de Percepción de la Corrupción 2014” de la organización Transparencia Internacional, que clasifica a los países según el nivel de corrupción en el sector público, en una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (muy limpio), sobre 174 países escrutados ubicó a Venezuela en el puesto 161 con 19 puntos.
Vivimos una situación de anomia extrema, caos, anarquía e inseguridad. Sin Estado de Derecho, sin gobernabilidad, ni legitimidad. Vivimos en un país donde los pobres no comen, la clase media no compra y los ricos no duermen. ¿Hasta cuándo vamos a soportar esto?
*Abogado
Miembro de Vente Venezuela