Los hechos sucedieron en el año 2000, cuando Cameron Brown y su mujer se encontraban en plena batalla legal por la custodia de su hija, Lauren Sarene Key.
Según el veredicto dado a conocer el pasado miércoles y divulgado por el diario Daily Mirror, Brown empujó a su hija de cuatro años por un acantilado provocando su muerte. Todo para no pagar su manutención, que ascendía en al época a 1.000 dólares al mes.
Desde entonces su madre, Sarah Key-Marer ha luchado en los tribunales para que su marido fuera declarado culpable de asesinato y condenado a cadena perpetua. En dos juicios anteriores los jurados no fueron capaces de ponerse de acuerdo. Ahora que Cameron Brown ha sido finalmente condenado Key Marer se mostraba agradecida, aunque reconocía que “aquí no hay ganadores”.
Vía Que.es