Hay un momento en la adolescencia de casi todos en el que los objetivos vitales a corto y medio plazo se reducen a una única cosa: el sexo, así lo reseñó Playgroundmag.net
La presión grupal impone su ley rasante. El éxito en este campo se convierte en medida de valor de la persona, y ahí que nos lanzamos todos, a actuar como gibones en celo…
Es sólo que después de unos cuantas experiencias mediocres… la cosa como que pierde su gracia, si es que alguna vez la tuvo. Porque, reconozcámoslo: el sexo está sobrevalorado.
Siempre lo ha estado. La diferencia es que, ahora, la gente que no le ve la chispa al trato carnal se atreve a decirlo. Se atreve incluso a gritarlo.
Estos son los rostros de jóvenes asexuales que se atrevieron a decirlo.
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