Roger Palacios, secretario sindical de alimentos en Empresas Polar, señala que la línea de producción de Atún Margarita está a un 25% de su capacidad operativa, debido a la escasez de insumos y falta de repuestos; por lo que emplazó al Ejecutivo nacional a coadyuvar para que se fortalezca el aparato productivo y no merme el principio de soberanía alimentaria, que pregona la revolución. Señala que de las 1.500 toneladas que se producen al mes, la proporción pasó a 500 toneladas. NP
Prevé que el drama que atraviesa Atún Margarita, de Empresas Polar, repercutirá en todo el sector pesquero nacional si no se adoptan medidas tempranas. “Nos referimos a una industria que abarca el 45% del mercado aproximadamente. Esta situación puede repetirse en todo el sector, pues es una actividad económica que utiliza la misma materia prima y los mismos repuestos.
Sostiene que aunque la demanda ha aumentado, la no disposición de materia prima y la escasez de repuestos ha hecho que la oferta baje y esto repercute en mayores precios en los pocos artículos que el consumidor tenga”, explicó Palacios, a quien preocupa la situación de 41 trabajadores de la empresa que están en casa recibiendo una proporción de su salario, ante la paralización parcial de la empresa.
Por eso advierte que ante esta crisis está en riesgo la estabilidad de 770 trabajadores directos y 350 trabajadores indirectos, pero si se extiende a toda la industria pesquera, “se estaría afectando a 10.000 trabajadores en todo el estado Sucre”, precisa Roger Palacios.
Ejecutivo
Observa también con preocupación que pareciera que la importación es política de Estado. “Extraoficialmente podemos asegura que el Estado importa casi 30 mil toneladas anuales de atún enlatado”, precisa quien también es coordinador nacional de la Unión Nacional de Trabajadores.
“Exigimos al Gobierno que se privilegie la producción nacional y la generación de bienestar y riqueza en el país. Rechazamos categóricamente que las escasas divisas que hay se utilicen para importar enlatados que nosotros estamos en capacidad de producir y además exportar”, agrega.
“Esta planta donde yo trabajo, Atún Margarita, hace 12 o 14 años exportaba casi un 25% de su producción y hoy estamos prácticamente en 0 mientras observamos que en las redes de distribución públicas de alimentos el atún que se vende no es venezolano. Esto es un atentado contra la soberanía alimentaria, pues por cada lata de atún que se importe podemos producir seis latas de producto venezolano”.