Si el asesino siempre regresa al lugar del crimen, los autores de novela negra siempre regresan a sus escenarios favoritos para ambientar sus más retorcidos asesinatos. La reina del crimen no fue una excepción. Agatha Christie situó sus 66 novelas policíacas en los escenarios más bucólicos y encantadores de la época, ese irrepetible período que desde finales del XIX hasta más que bien entrado el XX cambió el mundo tal y como lo conocíamos y con él todo un estilo de vida. Rastrear ese estilo aún es posible. Es cierto que no encontraremos toda la ligereza de los años de entreguerras, pero si todo el glamour de la campiña inglesa, de la costa francesa, del Nilo misterioso o de las heladas cumbres de los Alpes. Christie, casada con un arqueólogo y viajera empedernida, eligió sus escenarios con pasmosa racionalidad y entre misterio y misterio nos dio una inolvidable vuelta al mundo.
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Entre espectaculares mansiones, donde nunca faltaban las rosas ni por supuesto las espinas, solitarios pantanos y enigmáticos acantilados anda el juego. Más de 40 crímenes de Christie tienen lugar en señoriales casas de campo, las mismas que ella frecuentó desde su niñez. Por eso el condado de Devon, y particularmente la plácida ciudad de Torquay que la vio nacer, son parte de sus escenarios favoritos. La espléndida bahía de Torbay y los encantadores pueblecillos que la rodean son perfectos para una escapada detectivesca siguiendo los pasos del Agatha Christie Literary Trail que terminará por llevarnos a Greenway, el lugar donde la escritora tenía su casa de vacaciones. Por el camino no olvides visitar el Grand Hotel, frente a la playa, donde pasó la luna de miel con su primer marido, ni el Hotel Imperial, escenario de la inolvidable Peligro Inminente. No muy lejos encontraremos la población costera de Dartmoor, marco de sus novelas más oscuras, las playas de Paignton o el puerto de Brixham, todavía hoy referente a la hora de proveer del mejor pescado fresco a los establecimientos más emblemáticos del país.
Desde la brumosas orillas del Támesishasta la estación de metro de Charing Cross son muchos los lugares elegidos por Christie para ambientar sus novelas. Prueba a pasear entre los obeliscos de Cleopatra’s Needle, a curiosear en los puestos de Covent Garden o a hacer una entrada triunfal en el restaurante Criterium de Piccadilly Circus. Cuando se trata de Londres, a la reina del crimen le iban igual de bien los grandes lujos y los paisajes más cotidianos, pero si quieres elegir un barrio apuesta por Chelsea, donde tuvo su segunda vivienda y donde, en plena revolución de los 60, la minifalda y el amor libre, inmortalizó alguna de sus más sorprendentes obras.
La magia del Nilo es sin duda un referente en la obra de la escritora, que no duda en atrapar a sus personajes en un crucero fluvial de Tebas a el Cairo y por el camino hacerles todo tipo de perrerías. Las inolvidables Pirámides observarán impertérritas como el mundo y sus pasiones siguen girando alrededor de la enigmática mueca de la Esfinge.
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