Muchas hemos visto, o sido, esa persona que llora en la silla después de que el estilista suelta las tijeras y dice “Lista”. Ahora, te comentamos que si te ha pasado, parte de eso es tu culpa y ya vas a ver por qué:
Con información de Erikatipoweb.com
Primero, tienes que estar clara en tu cabeza de qué es lo que quieres. Sentarte y decirle “haz lo que tú quieras” es, quizás, la peor decisión que puedes tomar dentro de una peluquería. Antes de ir, busca posibles estilos, ve qué se está usando, revisa revistas donde encuentres fotos de celebridades con tu tipo de pelo y evalúalo como una posibilidad. Ojo: es importante que haya alguna similitud entre tu pelo y el que llevas de inspiración, de nada sirve que seas una rubia viendo fotos de Beyoncé.
Define a dónde ir. ¿Te lo va a cortar una señora con lentes, un peludo tatuado, una hippie con afro? Sí, todo suena a estereotipo y casi estamos juzgando a un libro por su portada, pero es importante que escojas la peluquería a la que irás según el peinado con el que quieres terminar. Por más fotos que le muestres a la señora, no te va a entender cuando le digas que quieres un undercut con mechas rosadas y el tipo de los tatuajes va a querer inventar algo que requiera un poco más de esfuerzo que cortártelo todo recto y mantener el largo.
Aclara tu estado de ánimo. Cuando entras a la peluquería ¿estás aburrida, cansada de verte igual en el espejo, triste en modo “necesito-un-cambio-de-look-para-pasar-este-guayabo” o feliz porque quieres cortarte las puntas para mantener tu pelo sano? Es importante que definas esto y que lo compartas con la estilista para tener una idea del motivo por el que estás yendo a cortarte el pelo.
Demostrar los nervios. Si eres muy ansiosa con respecto a tu pelo, es importante que se lo comuniques a quien le estás entregando tu melena para que sepa medirse y no quedes inconforme con tu nuevo estilo. Recuerda todos esos episodios de America’s Next Top Model donde las concursantes se ponían a llorar porque Tyra quería que les quitaran dos cms de pelo.
Los dedos de peluquero son una medida aparte. No hay convertidor de dedos de humano a dedos de peluquero, así que ten esto en cuenta. Si quieres que te corten 4 dedos y medio, pide que te quiten 2 deditos y así vas. Ojo: esto ellos no lo hacen por mal, lo que sucede es que ven el daño que tiene tu pelo y si tienes las puntas abiertas, olvídalo que cortarte dos deditos de pelo te van a librar del problema.
Sé específica. Lleva fotos o recortes y especifica qué es lo que te gusta de cada foto. Habla de tonos de color, largos, formas que se forman junto con la cara, volumen… todo eso es información clave para la persona que te va a cortar el pelo.
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