Hace 21 años, Pablo Emilio Escobar Gaviria dejó de ser una amenaza para Colombia y el mundo. Su historia ha permitido que empresas realicen recorridos por sus sitios clave. ElUniversal.com.mx
El primer acercamiento al que fuera fundador del Cártel de Medellín sucede en Bogotá, dentro del Museo de la Policía Nacional. En cuatro salas se hace un recorrido por la lucha de Colombia contra el tráfico de cocaína, además de exhibir una colección de 400 armas de la organización de Pablo, su Harley Davidson y hasta parte de las tejas del techo donde fue abatido. Antes de salir, van a la terraza del museo para ver la catedral.
Hacienda Nápoles
Al segundo día, el viaje continúa hacia Doradal, municipio de Antioquia, a cinco horas por carretera desde Bogotá, donde Escobar construyó la Hacienda Nápoles.
Bajo previa petición se puede acampar, de lo contrario pasan todo el día visitando el zoológico personal del capo. Hay hipopótamos, elefantes, tigres y dinosaurios de piedra. También está el bar privado, la pista de aterrizaje y las rutas de escape; ahora se pueden caminar o andar en bicicleta hasta el río Cocorna.
Foto: Archivo
Medellín: fin del emporio
El último destino es la ciudad donde Pablo fue abatido. La primera parada es en el barrio de Los Olivos y la ubicación de la casa donde Pablo Escobar murió el 2 de diciembre de 1993, ante los disparos del llamado Bloque de Búsqueda. La propiedad fue demolida, pero la visita es aprovechada para contar algunos eventos de su autoría, como el desplome, por una bomba, del vuelo 203 de Avianca y el paradero actual de su esposa e hijos.
Siguen caminando hacia el Edificio Mónaco, habitado antiguamente por su familia y colaboradores cercanos. Después de la foto, se marchan al cementerio Monte Sacro, la guarida eterna del narcotraficante. Se puede ver la placa rodeada de flores, velas y estampitas del Santo Niño de Atocha, del que era creyente.
El folleto informativo del tour dice que si “la seguridad lo permite”, van al barrio que mandó construir Escobar para ganar votos durante su candidatura a representante en el Congreso de la República, en 1982.
Última escala: la casa museo que opera su hermano Roberto, parcialmente ciego y sordo por una bomba del Cártel de Cali. Sólo permite fotos a los retratos de su hermano, a las caletas donde escondían su fortuna y despide a los visitantes con un autógrafo. Costos y reservaciones:www.pabloescobartour.com.co./