Una representación venezolana de alto nivel presentó este martes al Comité de la ONU un informe sobre la aplicación de esos derechos, que incluyen el derecho a la salud, a la alimentación, al trabajo, a formar parte de sindicatos y a gozar de un nivel adecuado de vida, entre otros. La delegación venezolana, compuesta por una veintena de altos funcionarios y magistrados, estuvo encabezada por el ministro del Poder Popular para la Planificación, Ricardo Menéndez.
Antes de concluir la sesión, con escaso brillo para la numerosa delegación, el presidente del Comité examinador, Waleed Sadi, preguntó al ministro venezolano sobre los efectos de la caída de la cotización internacional del precio del crudo en los programas sociales. Menéndez respondió que se permitiría darle vuelta a la pregunta haciendo otra: “Cómo es posible que con la disminución del ingreso petrolero se mantengan programas sociales… que se haya optado por privilegiar a la gente y mantener constantes los incrementos salariales y programas de pensiones“. “La lógica en otro lugar hubiera sido recortar las inversiones sociales porque son vistas como un gasto“, concluyó al final de la reunión.
Ese ejercicio retórico de contrapreguntar hubiera sido valioso si hubiese aportado alguna respuesta verdadera a la pregunta del comisionado Sadi, pero decir que optó por “privilegiar a la gente y mantener constantes los incrementos salariales y programas de pensiones” y “La lógica en otro lugar hubiera sido recortar las inversiones sociales” son una mentira y una falacia respectivamente, Sr. Mnistro.
Utilizar que en “otro lugar“, entiendo que en otro país exportador de petróleo, se hubiera recortado las “inversiones sociales” es una falacia. A excepción de nuestro país, el resto de los países exportadores de petróleo aprovecharon el superciclo de precios petroleros de más de una década para crear una poderosa clase media, rebajar la dependencia de sus economías del petróleo y fortalecer sus reservas internacionales y fondos de estabilización macroeconómica. Todo en una ambiente de superávit o equilibrios fiscales con baja inflación. Exactamente lo contrario que ustedes, desde el gobierno, hicieron. Tristemente hoy, el 97% de las divisas que ingresan al país dependen del negocio petrolero. Las políticas de su gobierno, ministro Menéndez, han acabado con las exportaciones no tradicionales haciéndonos aún más dependientes del petróleo.
En cuanto a “privilegiar a la gente“, Sr. Ministro, eso es una monumental mentira.
El gobierno está financiando el 70% de su presupuesto con dinero inflacionario desde el BCV, dinero “inorgánico” como lo llaman algunos economistas, porque es un dinero que se imprime sin respaldo en bienes y servicios producidos por nuestra economía. Personalmente lo llamo dinero falso, porque es un dinero que nadie ha “sudado” con su trabajo y que envilece, le quita valor, al genuinamente trabajado.
La inflación está, de acuerdo a cifras extraoficiales del BCV, en alrededor de 120 % anualizada (extraoficial porque el Banco Central de Venezuela ha dejado de publicar las cifras y son los técnicos del propio banco los que filtran la información) y 255 % tomando en consideración la pérdida del poder de compra del bolívar.
Le pongo este ejemplo: En enero de 2103 una canasta básica era adquirida por 1,0 salario mínimo, hoy 26 meses después se requieren 6,4 salarios mínimos, lo cual lleva la inflación anualizada al rango de 245-250%. ¿A quién se privilegió, Sr. Ministro?
Sería deseable Sr. Ministro que respondiera responsablemente cómo el sistema de formación de precios establecido por su gobierno, con los controles y la escasez, ha convertido a la de Venezuela en una economía de bachaqueros, lo cual además de pagar precios inflados por la política del gobierno, impacta en el tiempo de trabajo de los trabajadores, con efectos negativos en sus salarios y calidad de vida.
Recuerde Sr Ministro que la otra parte de la tenaza que tiene a los venezolanos en camino a una emergencia humanitaria por alimentos, medicinas, bienes de primera necesidad es la escasez. Si Ud. suma –con toda razón técnica y económica- la escasez y la inflación obtiene una especie de inflación global cercana al 200% anual. De manera que si agregamos inflación y escasez obtendríamos en razón un indicador de miseria, que mostraría el fracaso rotundo de su régimen de eliminar las libertades económicas, competencia, con lo cual ha exacerbado la escasez con las consecuencias indicadas arriba. No hay “otro lugar” en el mundo con peor desempeño, Sr. Ministro.
Hay otro elemento que demuestra que su gobierno está financiando con inflación el déficit fiscal, y que los precios a nivel de hiperinflación, son escondidos a tal punto que la opinión pública no conoce los índices inflacionarios que se mantienen escondidos por su gobierno.
Lo invito Sr. Ministro a hablarle con claridad y sinceridad al país y al mundo. No siga ocultando que una emergencia humanitaria está por irrumpir en nuestro país.
P.D. El 6,30 es un dolar ficticio, cosmético. Tome cualquier valor entre 50 y 100 y vea el verdadero el PIB per cápita de Venezuela.