El despliegue de las fuerzas federales mexicanas en varios estados parece haber abierto una ventana de oportunidad para la realización pacífica de comicios este domingo e infundido un moderado optimismo en las autoridades, aunque persisten focos de tensión.
El comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, dijo hoy que la operación iniciada el viernes en la región sur-sureste del país se realiza en atención a solicitudes de los gobernadores de los estados de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, donde ha ocurrido gran parte de la violencia preelectoral.
De manera prioritaria, dijo en rueda de prensa, la operación se ha enfocado en “la recuperación y resguardo de instalaciones estratégicas y electorales”.
“Debe destacarse que hasta el momento las diversas acciones efectuadas por la fuerzas federales de seguridad, con el acompañamiento de las fuerzas estatales, se han llevado a cabo sin que existan incidentes; es decir, que no se ha dado confrontación alguna”, apuntó Rubido.
Por su parte, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, declaró a la prensa que la institución está avanzando en las tareas preparatorias de la votación, si bien reconoció que aún están “en la ruta crítica de instalar la totalidad de las casillas”.
“Estamos avanzando, estamos aprovechando la coyuntura que se está generando (con el despliegue de las fuerzas federales) para seguir adelante con el proceso electoral”, declaró.
Al ser interrogado sobre el avance logrado, Córdova replicó: lo “estamos viendo con optimismo, pero estamos evaluando; evaluaremos paso a paso el desarrollo de las condiciones para tomar las decisiones, en su momento, más oportunas”.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, anunció el viernes la puesta en marcha de un operativo nacional para garantizar el desarrollo pacífico de las elecciones, enfocado especialmente en la región sur-sureste, “y en particular en el estado de Oaxaca”.
Horas después comenzaron a llegar tropas y agentes policiales a los estados en cuestión.
En Oaxaca, la inminente llegada de las fuerzas federales forzó a los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a retirarse del centro de distribución de gasolina de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) que habían bloqueado días atrás.
Tras el desbloqueo, Pemex empezó a proveer de gasolina a muchas estaciones de servicio de la ciudad de Oaxaca, capital del estado homónimo.
Desde el pasado lunes, miembros de la CNTE ocuparon los accesos de la terminal de abastecimiento de Pemex en Santa María del Tule, cerca de Oaxaca capital, provocando una grave situación de falta de gasolina en la ciudad.
Ello con motivo de una huelga indefinida, que a nivel nacional afecta a seis millones de alumnos, para ver cumplidas una serie de peticiones, como la derogación de la reforma educativa de 2013, y como medida de boicot a los comicios de mañana.
Igualmente, las fuerzas de seguridad comenzaron a recuperar las oficinas electorales que habían sido ocupadas por los maestros, no sin que se produjeran algunos incidentes de violencia. Tal fue el caso de Miahuatlán, donde los maestros quemaron las oficinas del INE antes de la llegada de los federales.
En Chiapas los miembros de la CNTE liberaron hoy dos oficinas distritales del INE y desbloquearon las instalaciones de almacenamiento y distribución de Pemex en Tuxtla Gutiérrez, la capital estatal.
Un escenario más incierto se percibe en Guerrero, donde miembros del Consejo Popular de Tixtla aseguraron que harán todo lo posible para que mañana no se instalen las casillas electorales en este municipio, donde se encuentra la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
Desde primera hora del día, miembros de este colectivo integrado por maestros, estudiantes y padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre del año pasado establecieron retenes en los accesos al municipio, situado a unos 18 kilómetros de la capital de Guerrero, Chilpancingo.
“No se permitirá la instalación de casillas”, dijo a Efe Pablo Díaz, miembro del Consejo Popular, y explicó que llevan semanas realizando brigadas ciudadanas para instruir a la población sobre cómo boicotear la votación.
Para mañana, cuando los guerrerenses acudirán a las urnas para elegir presidentes municipales, gobernador y diputados federales y locales, están previstas actividades como la toma de edificios oficiales y el corte de carreteras.
Para este domingo más de 83 millones de mexicanos están convocados a las urnas para elegir 2.016 cargos, incluidos 500 diputados federales y los gobernadores de nueve estados. EFE