La Jefatura Nacional de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) detectó un significativo aumento de denuncias por clonaciones de tarjetas de crédito en tres ciudades sede de la Copa América 2015.
Valparaíso, Concepción y Santiago son las capitales preferidas de estos delincuentes que se dedican a colocar aparatos para la clonación de las bandas magnéticas de las tarjetas (skimmers) y microcámaras en los cajeros.
“Estamos trabajando para reconocer y detener estas personas extranjeras de las que ya tenemos imágenes”, dijo a Efe el comisario Roberto Villarroel de la Jefatura de Delitos Económicos de la PDI.
La autoridad cree que los delincuentes podrían trasladarse a otras ciudades sede por lo que evitó dar cualquier detalle más sobre su identidad.
Según estadísticas proporcionadas por Villarroel, entre enero y junio de este año, sólo en la región del BíoBío, donde se encuentra la ciudad de Concepción, se registraron un total de 321 denuncias por este delito, de las cuales más de la mitad se produjeron durante el mes de junio, un 403 % más que el mismo mes del año anterior.
En la región de Valparaíso, entre enero y junio de este año, se denunciaron un total de 120 casos, un 79 % más que en 2014.
En la Región Metropolitana de Santiago, principal sede de la Copa América, se contabilizaron 283 denuncias, un 38,5 % más que entre enero y junio del último año.
“Nuestras estadísticas señalan que las clonaciones se producen con mayor frecuencia los fines de semana de fin de mes entre las 13:00 y 15:00 horas del mediodía y las 20:00 y 21:00 de la tarde”, sostuvo Villarroel.
En este sentido el comisario hizo un llamado a la población a adoptar las medidas necesarias para evitar ser víctimas de estos delitos y recomendó cambiar la contraseña de las tarjetas cada dos semanas.
“En la mayoría de casos, estos delincuentes no utilizan inmediatamente los datos de las tarjetas clonadas. Muchas veces los guardan para más adelante o los venden a grupos internacionales que los utilizarán para hacer compras en el extranjero”, explicó el comisario.
De ahí que sea conveniente ir cambiando de forma habitual el número secreto para evitar que los delincuentes puedan hacer compras con ellas semanas después de haberlas clonado.
Asimismo, la autoridad aconsejó mover un poco el aparato donde se coloca la tarjeta para comprobar que éste no se despegue, pues las caritas o skimmers que utilizan los delincuentes para copiar las bandas magnéticas de las tarjetas están habitualmente pegados con cinta adhesiva que se desprende fácilmente.
Tocar la parte interior de las pestañas que cubren parcialmente los teclados puede ser también una buena manera de detectar la microcámaras con las que registran la digitación de las contraseñas.
“Un buen consejo – aseveró el comisario- es taparnos con la mano cuando digitamos la clave secreta y fijarnos que el cajero disponga de cámaras de seguridad que puedan haber registrar cualquier movimiento extraño”. EFE