PROVEA ha informado que para finales del 2015 el número de personas pobres podría superar la cifra de 12 millones. También algunos colegas han reportado que para finales de este año tendríamos la misma cifra del año 2000, es decir, unos 11 millones aproximadamente. Estas previsiones se basan tanto en los datos publicados por el INE en su página WEB como en la situación económica actual. A estas previsiones quiero referirme. Más abajo les muestro un cuadro con cifras del total de pobres en años escogidos, resultados de mis propios cálculos a lo largo de estos años en que he estado trabajando sobre el tema. Antes de comentar dichas cifras, debo aclarar algunos aspectos metodológicos para que puedan ser interpretadas adecuadamente y así se entiendan las diferencias con las oficiales. La base de datos que utilizo es la de la Encuesta de Hogares por Muestreo (EHM) conducida por el INE semestralmente desde 1967. Debo destacar que esta encuesta es conducida profesionalmente, respetando cuidadosamente todos los criterios estadísticos necesarios para hacer de la base de datos que se genera de completa confiabilidad. No obstante, esto no implica la confiabilidad de los resultados que obtengan quienes la utilicen, los cuales dependerán de la metodología de procesamiento aplicada en cada caso particular. En mi caso, concentro mis cálculos sobre la muestra de hogares que reportan sus ingresos, eliminando aquellos en donde habitan individuos que no lo hacen. Hecho esto redimensiono los pesos para conservar representación y proporciones de población. En este particular es importante aclarar que los técnicos del INE no eliminan los hogares en donde hay individuos que no reportan sus ingresos, sino que “imputan” sus ingresos, según ciertos criterios, que no viene al caso detallar aquí. Esto explica fundamentalmente las diferencias entre mis estimaciones y las publicadas por el INE. Las estimaciones mostradas en el cuadro se refieren a la llamada pobreza general que utiliza como línea de pobreza el ingreso mensual per cápita de los hogares equivalente a 2 Canastas Alimentarias Normativas (CAN) por persona. El valor de la CAN que utilizo es el publicado por el INE para diciembre de cada año y los datos de procesamiento corresponden al segundo semestre de cada año. Los años mostrados en el cuadro son el 1999, por ser el primer año de gobierno “Bolivariano” y reflejar la situación que dicho gobierno recibe sin estar afectada aún por sus políticas. El 2003, fue un año de conflicto político y social que recoge las cifras de pobreza más altas de la toda la historia. El 2009 es el año que registra las cifras más bajas en todo lo que va de gobierno “Bolivariano” y a partir del cual comienza un nuevo ascenso. Finalmente el 2013, el cual es el último año para el que disponemos de información, ya que como todos saben el INE no ha publicado sus estimaciones para 2014 y en consecuencia tampoco pone a disposición de los investigadores la base de datos correspondiente. La columna correspondiente a 2015 muestra proyecciones especulativas que justifico de seguido. La fila correspondiente a “Vulnerables” recoge al grupo de individuos que no siendo pobres reciben bajos ingresos cercanos a la línea de pobreza. En ese segmento agrupé a aquellos que obtienen ingresos equivalentes a entre 2 CAN y 4 CAN al mes.
Como puede verse en el cuadro, ya en el 2013 el total de pobres superaba la cifra de 11 millones y está muy cerca del total que existía en 1999. Por lo tanto, sin necesidad de hacer cálculos de proyección, podemos inferir, basados en que se mantenga la situación actual que todos conocemos bien de inflación y escasez, que la situación de pobreza para finales de este año 2015 podría ser mucho más dramática que la que pronostican PROVEA y algunos colegas.
Mis proyecciones especulativas para 2015 se basan en lo siguiente. En 2014 el Banco Central reportó una tasa de inflación cercana al 70% y para el 2015 la mayoría de los economistas están de acuerdo en que la misma será muy superior al 100%. Por otro lado, el gobierno concedió en 2014 un aumento acumulado del salario mínimo de 64.5%, el cual no es extensible a todos los salarios en la economía. Para lo que va de 2015 dicho aumento ha sido del 30% y podríamos esperar que cercano a las elecciones parlamentarias se decrete para finales de este año algún otro aumento entre el 10% y el 15%, como ha ocurrido en años anteriores. Basado en el 70% de inflación del 2014 y en la cifra muy conservadora y poco realista de 100% para el 2015, la línea de pobreza de 2 CAN del 2013 equivaldría a 7 CAN en el 2015. Por otra parte, los aumentos de salarios referidos, aunque no han sido extensibles a todos salarios, convertirían el intervalo de ingreso para “vulnerables” de 2 a 4 CAN del 2013 en un equivalente de 4.3 a 8.6 CAN del 2015. Como puede verse, la línea de pobreza de 7 CAN cae en un poco más de la mitad de ese intervalo, por lo que podría especularse que por lo menos la mitad de los que eran vulnerables en 2013 ya se han unido al grupo de pobres en 2015 y tendríamos más bien una cifra cercana a los 17 millones para este año, como lo muestro en el cuadro. Esta cifra superaría al peor año en términos de pobreza que hemos sufrido en Venezuela (2013) y nos pondría en una situación mucho peor a la que heredó el gobierno “Bolivariano” en 1999. Debo destacar que la proyección la realicé en base al escenario más conservador de inflación para 2015 y tomando como base aumentos de salarios que no se extienden a toda la economía. Por otro lado, los cálculos reales se basan en la CAN publicada por el INE, sobre la cual muchos podrían tener reservas de credibilidad. Tómese sólo como medida de comparación que la Canasta Alimentaria por persona que publicó el CENDAS para el 2013 resultó ser 2.6 veces mayor que la CAN por persona publicada por el INE. Hagan ustedes sus propias especulaciones.
Ahora bien, con frecuencia escucho y leo a políticos de oposición, así como a algunos colegas y hasta organizaciones como PROVEA, afirmar que el gobierno del actual Presidente Nicolás Maduro ha logrado destruir en tan sólo dos años los logros o avances en términos de pobreza alcanzados durante el gobierno del fallecido Presidente Hugo Chávez. Creo que tal afirmación hace un reconocimiento no merecido a la gestión del Presidente Chávez, ya que la situación que estamos viviendo hoy es su verdadero legado: un paquete de políticas que incluyó a su sucesor por su propia voluntad. La destrucción no comenzó en el 2013 con Maduro, la destrucción comenzó en 1999 y se reafirmó con la implementación del control de cambios en 2003 mantenido hasta nuestros días y el conjunto de políticas de expropiaciones, confiscaciones, controles institucionales y destrucción del aparato productivo. Ese “logro” en términos de reducción de pobreza de ingreso fue tan solo el resultado de un crecimiento económico súbito pero insostenible, porque se apoyó exclusivamente en la volatilidad de los ingresos petroleros que permitieron lanzar un conjunto de políticas sociales, más bien populistas, tan volátiles como los ingresos petroleros, produciendo una inmediata reducción de pobreza de ingreso también insostenible y que hoy vemos ascender numéricamente a cifras impensables hace apenas dos años atrás. La situación que vivimos hoy es resultado “natural”, la consecuencia lógica de la gestión del gobierno de Chávez. Esto que estamos sufriendo es su verdadero legado.
Mantenerse repitiendo que las políticas de Maduro y su incompetencia son responsables de la rápida reversión de las tendencias de pobreza es incorrecto y hace daño a las posibilidades de lograr el verdadero cambio de dirección que necesita el país. Los políticos en su afán de derrotar al gobierno actual concentran toda su atención en el Presidente Maduro, lo que parece lógico ya que es el enemigo real viviente, pero se atreven a dejar pasar el mensaje de que con Chávez se vivía mejor, de la misma manera que afirmábamos con añoranza que con los adecos o copeyanos vivíamos mejor. La economía rentista, la corrupción, el populismo de los años blancos y verdes no condujeron a estos años rojos de una mayor destrucción que hoy vivimos y que nos han configurado esta dramática situación de pobreza que son el verdadero legado de Chávez. Los políticos de oposición que luchan por asumir la conducción del país deben cuidarse de sublimemente prometer el regreso a los años de bonanza de la época de Chávez o de la era adeco-copeyana, con el solo fin de ganar votos de incautos que luego comprometen la posibilidad de salir de esta oscuridad en la que nos encontramos. Lo que los políticos deberían prometer es compromiso de impulsar, exigir y garantizar el esfuerzo, responsabilidad, respeto y trabajo de toda la población como única vía de superar en conjunto, como país, el verdadero legado que nos dejó Chávez: La Pobreza.
CESAR GALLO
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