Aun cuando la duda no deja de arrojar sombras en relación con las trampas que le tiene guardado al país este régimen mal mañoso en lo que se refiere al venidero proceso electoral, es indudable que el paso dado por las organizaciones que integran la Mesa de la Unidad Democrática, en cuanto a la disposición de adoptar una tarjeta única para la escogencia de quienes deberán representarnos en la próxima Asamblea Nacional, marca un paso importante hacia el camino por el que obligatoriamente deberemos transitar todos quienes estamos convencidos de la necesidad de darle un parao a quienes hoy se burlan y atropellan a nuestro pueblo.
Para ser sincero, no es mucha la confianza que nos genera la autoridad electoral del país con su prolongado silencio sobre una materia que debió ser requeté tratada con suficiente antelación, si nos basamos en el supuesto de que sus funcionarios cobran jugosos sueldos y disfrutan de prerrogativas socioeconómicas que aventajan exponencialmente a las de otras instituciones del mismo Estado, e incluso del sector privado, y que por tanto estarían obligados a una dedicación exclusiva que pudiera obligarlos a organizar, no digamos un proceso sino muchas procesos comiciales en un año. Pero no, el Concejo Nacional Electoral, convertido en un apéndice del régimen como el resto de los poderes del Estado, retarda el anuncio que formalizaría la realización de unas elecciones de obligatorio cumplimiento constitucional.
No obstante estas consideraciones, por nuestro apego a la institucionalidad democrática consagrada en la Constitución de la República, insistimos en la necesidad y la obligatoriedad de mantenernos dentro del marco teórico de la legalidad vigente, y participar en el proceso electoral al que obliga nuestra Carta Magna para el presente año.
Por eso, conscientes de una realidad sobre la cual no cabe ninguna duda entre quienes de alguna manera nos involucramos en la búsqueda y propuesta de alternativas para alcanzar ese fin último que nos une a todos, como es el de revertir la actual situación política, económica y social que afecta a todo el país, no nos queda otra que aplaudir y ofrecer nuestro total respaldo a la decisión de la MUD de asumir y concurrir a ese reto histórico que tenemos por delante.
Pensamos en tal sentido que, independiente de lo que pudiera sobrevenir en adelante y con las reservas que expresamos, más allá de lo que representa acudir a un proceso electoral con una tarjeta única o unitaria, de indudable efecto sociopolítico sumador de voluntades, está el hecho de visualizar lo que podrá surgir de una acción conjunta de factores representativos de la diversidad ideológica imperante en el país en relación con la toma de decisiones que nos corresponderá asumir en una Venezuela como la que buscamos y nos merecemos: democrática y pluralista.
La tarjeta unitaria, de acuerdo con nuestra visión, no debe ser entendida solamente como un instrumento o fórmula pasajera para alcanzar el objetivo inmediato de rescatar el Poder Legislativo, sino como el paso que señala el camino para enfrentar de manera unitaria y con visión de futuro las distintas tareas de recuperar un país hoy sometido a un estado de destrucción y saqueo solo comparable con lo que puede sufrir una nación invadida por el enemigo.
De allí la reiteración de nuestro llamado a mantener la unidad, como expresión determinante de una voluntad que nos compromete a todos los venezolanos conscientes del desastre que hoy afecta a nuestra Patria. Vamos todos con la tarjeta de la unidad que nos señala el camino.
Twitter:@JJMorenoA