Venezuela es uno de los países de la región con más presos, perseguidos y exiliados por razones políticas. Se conoce de manera extraoficial que existen más de 100 opositores recluidos en distintos centros penitenciarios en todo el territorio nacional.
También más de 50 personas que se encuentran con medidas de “casa por cárcel”, en su gran mayoría por razones humanitarias, debido a enfermedades graves que requieren cuidados especiales fuera de los recintos penales.
Otra lista que muestra la persecución y represión por parte del régimen chavista es la de los exiliados: unos 2.000 mil, pero no hay confirmación oficial, ya que muchos que han dejado el país no quieren expresarse para evitar que el amedrentamiento continúe con familiares que sí se quedaron en Venezuela.
A todo esto se suman las más de 100 personas que se encuentran en huelga de hambre en apoyo a los presos políticos, para exigir la fecha de las elecciones parlamentarias y una ley de amnistía para la liberación de los presos políticos y el retorno de los venezolanos en el exterior.
Esta realidad, que ya tiene más de 15 años, ha hecho que muchos padres venezolanos dejaran injustamente su hogar, su familia e hijos y estén sufriendo día a día la presión del régimen o el dolor de estar tras las rejas o exiliados.
Quienes también llevan la gran carga son los hijos, que se sienten humillados o víctimas del escarnio público. Pero hay otra Venezuela que los admira, los apoya y les dedica a diario sus bendiciones. Por las presiones, muchos no quieren ser expuestos y tratan de llevar una “vida normal”.
Hoy, mientras el resto se reúne para celebrar en familia, muchos tienen que ir a visitar a su padre a una cárcel. Otros intentarán contactarlos en el exterior o visitarlos mientras hacen huelga de hambre.
Ser hijo de un político en Venezuela no es nada fácil, pero cuando por ejercer esa vocación se termina tras las rejas, la situación se torna aún más difícil.
Hoy, algunos de los hijos de estos venezolanos enviaron a Infobae un mensaje para sus padres, para esos presos, exiliados o perseguidos. “Para los demás son políticos, alcaldes, diputados o servidores públicos, pero para nosotros son nuestros héroes, ejemplos y, lo mas importante, nuestros padres”, sintetiza uno de esos hijos como si fuera la voz de todos.
Todos afirman que esta injusta situación que pasan no los doblega. Todo lo contrario, los une y llena de fuerzas para seguir apoyando a sus padres en este gran proceso por conseguir la libertad de todos los presos políticos, el cese de la persecución y de la violación de los derechos humanos en Venezuela.
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