Zapatos, carteras, camisas, pantalones, vestidos, lentes y equipos electrónicos son algunos de los artículos que en los últimos meses han superado la barrera de los 10.000 bolívares, monto que un trabajador que gane sueldo mínimo (6.746,97 bolívares) tardará al menos 3 quincenas en reunir.
“Todos los zapatos que vendemos han subido mucho en lo que va de año. Cada vez que recibimos mercancía viene con precio nuevo. A pesar de ser un producto de fabricación nacional, el cuero con el que se elabora es importado y traerlo de afuera ahora cuesta más”, informó Stefany Gugliotta, encargada de una zapatería en el centro comercial Líder.
En el local un par de zapatos informal para caballeros se vende en 11.426. Los zapatos deportivos también están entre los más costosos. “El par más barato es el de niños, unos talla 32 te salen en 6.612, pero los de mujeres y hombres se venden desde 10.230 bolívares”, agregó Gugliotta.
Las etiquetas de los pantalones que comercializan en una tienda vecina también marcan 10.000 bolívares. “Los que consigues entre 5.000 y 6.000 bolívares son los que nos quedan del año pasado; los que nos han llegado en los últimos meses están entre 10.000 y 13.000 bolívares, es mercancía importada en su mayoría”, dijo Arlenys Alemán, encargada del negocio.
Los precios se repiten en comercios de varias zonas de la ciudad. En la vidriera de una tienda de ropa de niños en La California los vestidos para comunión marcan 10.610 bolívares. “Ese pedido nos llegó en marzo de este año. El incremento fue muy notorio porque los que teníamos antes se vendían desde 3.600, pero porque eran precios viejos”, indicó Andrea Peña, una de las trabajadoras.
En un comercio cercano los secadores de cabello cuestan hasta 11.000 bolívares. “El más económico está en 7.000, pero no son marcas profesionales, sirve para utilizarlo en la casa, los que usan en las peluquerías se pueden conseguir hasta en 35.000 bolívares”, afirmó Amarinis Lares, encargada del comercio.
Aseguró que del último pedido de mercancía que recibió no ha vendido nada y añade que se debe al precio. “No es por el producto, sino por el dinero. La gente pasa, pregunta y sigue”, expresó.
Los comerciantes concuerdan en que el alza ha hecho que las ventas caigan, pero aseguran que los clientes entienden que el incremento no se hace de manera arbitraria. “Saben que todo está caro, a veces hasta nos dicen que en otros lugares cuesta más”, contó Gugliotta.
“Hay gente que especula. Que a la misma mercancía le cambia el precio, pero en general los precios suben porque los insumos suben, el problema es que los sueldos no suben igual, el dinero no nos alcanza”, señaló Ángela Tovar, una de las consumidoras que estaba el miércoles en una tienda de perfumes en el Unicentro El Marques.
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