La venta de productos regulados en Makro y las redes públicas Pdval y Abastos Bicentenario no fue restringida ayer por el terminal de cédula de identidad. La medida permitirá que cualquier día de la semana se pueda comprar, pero el racionamiento en el número de productos se mantiene con la captahuellas. Los encargados de los establecimientos no quisieron ofrecer explicaciones de por qué habían suspendido la restricción.Reseñó El Nacional
En Abasto Bicentenario, ubicado en Terrazas del Ávila, cada consumidor pudo adquirir únicamente 1 kilo de azúcar, 2 paquetes de papel higiénico, 2 litros de aceite, 3 pollos, 3 kilos de harina Pan, 3 litros de leche descremada o 3 kilos de arroz. Para cancelar la compra en la caja los clientes tuvieron que esperar en cola entre 2 y 3 horas. La fila ubicada dentro del establecimiento bordeaba el galpón en su totalidad.
En Makro la situación fue parecida. El acceso era libre a todos los clientes, pero solo pudieron adquirir papel higiénico y detergente en polvo. “Quitaron la restricción de la cédula para bajarle la rabia a la gente, pero igual no se consigue lo que uno busca. El gobierno cree que así la gente votará por ellos en las elecciones”, afirmó la consumidora Magdalena Rangel.
En el Pdval de la avenida Francisco de Miranda más de 100 personas permanecían en fila en la entrada del establecimiento. Se podía adquirir leche, harina de maíz precocida y detergente en polvo.
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