La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) subrayó hoy su “preocupación” por el hecho de que el uso de la tortura todavía “persiste” en América, y pidió a los países del continente la “prohibición absoluta” de esa práctica. EFE
En un comunicado, la Cidh, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, recordó que la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura fue aprobada hace tres décadas.
“Es sumamente preocupante que, a tres décadas de la adopción de la Convención, persista la práctica de la tortura en los países de la región”, señaló el comisionado James Cavallaro, relator de la Comisión sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad.
“Igual de preocupante es que haya Estados que intentan justificar la práctica de la tortura con argumentos sobre amenazas a la seguridad nacional, sobre la necesidad de obtener información en el marco de investigaciones o para evitar un atentado”, aseveró Cavallaro en la nota, emitida en la víspera de la conmemoración del Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura.
En opinión del relator, “ningún Estado democrático y respetuoso de los derechos humanos puede intentar justificar la práctica de la tortura bajo ninguna circunstancia. La prohibición absoluta de la tortura es una norma no derogable de derecho internacional”.
Así, la CIDH instó a los Estados miembros de la OEA a investigar de oficio “todas las denuncias sobre torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes, o cualquier situación donde haya una razón fundada para creer que se cometió un acto de tortura”.
Por su parte, la comisionada Tracy Robinson, relatora de la Cidh sobre los Derechos de las Mujeres, manifestó su inquietud por la utilización de la violencia sexual como método de tortura.
“Hemos recibido información alarmante sobre casos de violencia sexual por parte de agentes del Estado contra personas detenidas en el marco de operativos para disolver protestas”, aseguró Robinson.
“La violencia sexual también se ha utilizado en contextos de conflicto armado, crimen organizado y trata de personas. Es necesario adoptar medidas urgentes para abordar este grave problema”, zanjó la comisionada.
La CIDH urgió también a los Estados del continente a garantizar la rehabilitación de la víctimas de torturas.
“La tortura deshumaniza y destruye la dignidad de las víctimas como seres humanos, infligiendo lesiones que pueden prevalecer por siempre si no reciben un tratamiento adecuado a través de la rehabilitación. Es fundamental el acceso a una rehabilitación integral”, subrayó la presidenta de la Cidh, Rose Marie Antoine.