La desocupación en Brasil trepó a 6,7% en mayo, desde el 6,4% registrado en abril, y alcanzó su mayor nivel para el quinto mes del año desde 2010, mostraron el jueves datos oficiales.
La tasa de desempleo encadena cinco alzas consecutivas desde que cambió su tendencia a inicios de 2015 y agregó este sensible indicador a la saga de datos macroeconómicos negativos que registra el país.
Según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que mide las principales seis regiones de Brasil, en mayo de este año el desempleo aumentó 1,8 puntos en la comparación interanual.
Brasil había cerrado 2014 con una desocupación de 4,8%, su valor mínimo desde que comenzó a utilizarse una nueva serie en 2002.
La población desempleada en el país suma 1,6 millones de personas, más de 454.000 trabajadores que los medidos un año atrás, y hay 22,8 millones de personas en actividad en las seis regiones que estudia el reporte.
El actual escenario alcista para la tasa de desocupación fue largamente anticipado por analistas, ya que la convergencia de una economía fría con un empleo alto, como el que se mantuvo durante un largo período, era considerada una paradoja que obedecía a la combinación del envejecimiento de la fuerza laboral, por la reducción de la proporción de jóvenes que se incorporan al mercado, junto a un aumento de las jubilaciones.
La séptima economía global atraviesa un período de estancamiento con inflación, que conjuga una marcada aceleración de los precios -el Banco Central proyecta una inflación de 9% para 2015- con una depreciación de la moneda local. El Banco Central ajusta al alza la tasa de interés para moderar el crédito.
Brasil proyecta una contracción de 1,2% de su PIB para este año, tras haber cerrado 2014 con una expansión muy moderada de 0,1%.
En el primer trimestre de 2015, la economía retrocedió 0,2% en relación a los tres meses precedentes.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff busca controlar el gasto público y reencauzar las cuentas públicas a través de un fuerte recorte presupuestario de más de 23.000 millones de dólares y de distintos programas para estimular la economía, como un gigantesco plan de concesiones de obras de infraestructura por 64.000 millones de dólares. AFP