A un año de haber sido derribados 180 locales comerciales de playa El Agua, los comerciantes afectados siguen sin saber nada sobre el proyecto que sería ejecutado.
Yaneth Acuña, representante de los locatarios que se quedaron sin sus negocios, criticó que aún se mantengan 16 pozos sépticos a cielo abierto y más que representar un peligro para los pocos turistas que concurren al emblemático balneario, contradice los argumentos del Ministerio para el Turismo, de derribar los locales para mejorar el ambiente.
Insistió en que más de tres mil personas que dependían directa e indirectamente de esos establecimientos, siguen desempleados y sin ningún tipo de esperanzas sobre el proyecto.
Subrayó que en los albores de una de las temporadas más fructíferas para ellos, como es la de vacaciones escolares, esas costas se mantengan como “tierra arrasada”.
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