El vehículo con el que el supuesto terrorista entró para atentar en la fábrica de Air Products, cerca de Lyon (sureste de Francia), estaba autorizado para entrar en la empresa, por lo que no levantó sospechas, informó el prefecto de Isère, Jean-Paul Bonnetain.
En declaraciones a un grupo de periodistas, el prefecto explicó que el vehículo “no pudo entrar por sorpresa” en la fábrica, ya que contaba con el permiso necesario para hacerlo en esta instalación clasificada de “bajo riesgo industrial”.
Bonnetain agregó que se filtran todos los accesos a la fábrica, tanto a la entrada como a su salida, por lo que los vehículos que carecen de un permiso expreso no pueden acceder, por lo que entiende que “la seguridad fue respetada”.
Además, informó de que el bombero que consiguió reducir al presunto autor del atentado resultó “ligeramente herido” al enfrentarse con el agresor, pero que logró “dominar la situación” rápidamente.
El prefecto ha ordenado a los colegios de la zona que hagan “vida normal” tras examinar la situación y constatar que no se hallan en un estado de especial riesgo.
Por su lado, el alcalde de la vecina población de Villefontaine, Raymond Feyssaguet, consideró, en declaraciones a Efe, que el atentado se trata probablemente de “un hecho aislado”.
“No hay que caer en la psicosis”, pidió el responsable municipal, antes de recordar que la zona donde se ubica la fábrica es “la primera plataforma logística de Francia, muy bien comunicada con dos salidas a la autopista.
“La zona industrial lleva como 30 años implantada allí, y nunca había habido ninguna alerta. Nada hacía suponer que podía ser objetivo de islamistas”, apuntó. EFE