Sidor, como sabemos, fue estatizada en 2008 y Sidetur algo más de un año después. Antes del “control rojo rojito” dizque “socialista”, Sidor producía unas 390 mil toneladas/año de cabillas y Sidetur, en sus plantas de la zona central y centro occidental, unas 350 mil toneladas /año, es decir, unas 740 mil toneladas/año de cabillas antes ambas. Sumando lo que producía (y produce) la única siderúrgica no estatizada, la pequeña Sizuca cubrían totalmente las necesidades del mercado nacional tanto para construcción de viviendas, como obras de infraestructura, edificaciones industriales, comerciales, etc.
Las cifras oficiales de los primeros 5 meses (enero-mayo) de este 2015 indican que Sidor produjo tan solo 63 mil toneladas de cabillas cuando en tiempos “normales” habría producido no menos de 158 mil en ese lapso. Y Sidetur, ahora rebautizado Complejo Siderúrgico Nacional, que está mucho peor que Sidor, produjo tan solo 15 mil toneladas de cabillas cuando en tiempos “no robo-lucionarios” habrían producido no menos de 140 mil. Las cifras extraoficiales de Junio dicen que entre ambas habrían producido no más de 12 mil toneladas de cabillas. Eso significa que el primer semestre de 2015 cerró con 90 mil toneladas de cabillas producidas en las siderúrgicas estatizadas.
El déficit productivo causado por el “estatismo salvaje”, en estos primeros seis meses de 2015 alcanza a unas 212 mil a 215 mil toneladas de cabillas menos que antes de la “profundización de la revolución”. Se dejaron de producir 212 mil a 215 mil toneladas de cabillas. ¿Saben que significa eso?. Saquen la cuenta. Cada tonelada de cabillas son, en promedio, unas 84 cabillas de “media” (1/2 pulgada) que es la cabilla más común. ¿Ya sacaron la cuenta? Esas 215 mil toneladas de cabillas no producidas en estos 6 meses, por culpa del gobierno “robo-lucionario” son… ¡18 millones de cabillas! que nunca llegaron a las obras en construcción ni a las ferreterías. Ya el lector sabe quién es el que hace “la guerra económica” contra Venezuela. Súmele que la cuenta del déficit de 2014 fue de unas 30 millones de cabillas, es decir, las que no se produjeron en Sidor y Sidetur a causa de la destrucción productiva causada en esas empresas por el gobierno. ¿Y las que faltaron entre 2010 y 2013?. Es una tragedia. Y encima los “enchufados” hablan de “patria y soberanía”. ¡Cuánta farsa!.
TIP 1: La hojalata de Sidor. En la edición de este martes 30 de junio de Correo del Caroní, bajo la firma de la periodista María de los Ángeles Ramírez, viene otra información dolorosa: Sidor, tan destrozada por la “robo-lución” produjo entre enero y mayo tan sólo ¡el 3%! (lo leen bien, el tres por ciento) de su capacidad en láminas de hojalata que es desde hace muchos años el producto “lomito” de Sidor, es decir, el de más valor agregado, el que le genera más ingresos.
TIP 2: En sus buenos tiempos, antes de “los tiempos de robo-lución”, Sidor producía unas 300 mil toneladas/año de hojalata, producto esencial para numerosas industrias como las de enlatados y más. Es decir, unas 150 mil en un semestre. La cifra oficial dice que el primer trimestre fue prácticamente cero. Y el semestre habría cerrado con 4 mil toneladas.
TIP 3: ONU examen Venezuela. Los relatores y expertos en temas de Derechos Humanos de la ONU oyeron (y sufrieron) a los funcionarios del gobierno-partido-Estado venezolano. Con toda seguridad ahora se comprende mucho mejor el drama que vive Venezuela. La Fiscal General, el embajador, el director de Conatel, el de “DDHH” del estado y otros hicieron allá lo que usualmente hacen en Venezuela. Como dijo con mucho tino el director de Provea Rafael Uzcátegui, “cuando te acostumbras a los monólogos y auditorios complacientes, pasa lo que pasa ahora en Ginebra”.
TIP 4: La arrogancia del poder absoluto con afán totalitario es típico en los regímenes que se creen “eternos dueños de la historia”. Evadieron los temas centrales y las preguntas de los expertos. Los acusaron de “complot”. La soberbia de siempre los llevó a “exigir respeto al estado venezolano” y a reclamarles “que difundan informaciones falsas”. Y, claro pretendieron dibujar el “disney-revolution” que contradice machaconamente a la realidad: “En Venezuela se respetan plenamente los DDHH y el derecho a la manifestación (…) en Venezuela no se ha cerrado ningún medio de comunicación (…) nunca hubo más libertad de expresión que hoy (…) no es política de estado bloquear sitios de Internet Solo se bloqueó NTN24 porque violaba la soberanía nacional (…) las cárceles no tienen hacinamiento de 200% y ya no hay armas en el 85% de ellas (…) la GNB y las fuerzas militares prácticamente no toman parte en el control de manifestaciones (…) la jueza Afiuni nunca fue torturada (…) los presos dirigentes políticos tienen pleno acceso de sus familiares, de sus partidarios y abogados así como de sus médicos personales”.
TIP 5: Las preguntas y repreguntas de los expertos muestran que conocen bien lo que sucede en Venezuela, que han leído todos los informes del gobierno y los de las ONG de DDHH. Su mayor exigencia, al final, fue para esperar que al regreso a Venezuela los activistas de las ONG de DDHH fueran respetados y no sufrieran acoso ni atropellos, recordando las amenazas de altos funcionarios del estado en fechas recientes. “¿Si a nosotros aquí nos hablan así que quedará para los disidentes y los defensores de DDHH?”, preguntó una.