Las 600 venezolanas que se adhirieron a la demanda en Francia contra la certificadora alemana TUV Rheinland, que avaló las prótesis Poly Implant Prothèse o PIP no pierden las esperanzas, pese al veredicto negativo de la Corte de Apelaciones de Aix–en-Provence en Francia que se conoció el jueves en la madrugada.
Quedan por lo menos 2 instancias más. Ambas son superiores al tribunal que exoneró de responsabilidad a la empresa TUV, o que implica la desestimación de pago de indemnizaciones a las afectadas.
“Este es solo un tropiezo que sufrimos. Llegar a Francia no fue fácil, por eso mantenemos la esperanza en otras instancias”, dijo Iris Álvarez, vocera del grupo de afectadas en Venezuela.
Álvarez indicó que varias afectadas esperan por el dinero que debería pagar la empresa certificadora para retirarse los implantes. Recordó, que por una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia venezolano, las empresas comercializadoras deben cambiar las prótesis a las mujeres que presenten fisuras o rupturas. Las que tengan dolor o encapsulamiento no están amparadas por la decisión.
Vía El Nacional.