Alicia Faneite salió de Maracaibo, en el noroeste de Venezuela, rumbo a Miami en marzo del año pasado junto a su esposo y su hijo de tres años, y aunque los tres tenían visas de turista, no iban a vacacionar, publica El Nuevo Herald.
ABEL FERNANDEZ
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La periodista venezolana había recibido múltiples amenazas debido a su militancia en el partido opositor Primero Justicia y al llegar al sur de la Florida solicitó asilo político. Su esposo, sin embargo, debió regresar a Venezuela en tres ocasiones, dado que la familia tenía temas pendientes por resolver, incluyendo someter a exámenes médicos al niño y la venta de un inmueble.
Alicia Faneite, periodista venezolana, fotografiada el jueves 18 de junio del 2015, quien pidió asilo en los Estados Unidos por ser una perseguida politica por pertenecer al partido opositor del gobierno de Nicolás Maduro, “Primero Justicia, sostiene una foto de su boda con su actual esposo Leonardo González, quien se encuentra escondido en Venezuela.
“[El] tenía miedo de que, al acogerse a mi caso de asilo, me pudiera perjudicar”, dijo Faneite en referencia a su esposo, Leonardo González.
De manera que hoy la pareja vive una separación forzosa, con ella en Miami y él en el país sudamericano. Y como ellos, son muchos venezolanos que han visto fracasar sus planes de emigrar hacia Estados Unidos por desconocer el funcionamiento de las leyes y los procedimientos de inmigración.
El desconocimiento “es el factor común de lo que está viviendo la comunidad venezolana”, advirtió la activista Helene Villalonga, líder de la Asociación de Madres y Mujeres Venezolanas en el Exterior (AMAVEX).
“El desconocimiento nos está llevando a cometer un error tras otro”, añadió.
Uno de esos errores proviene de la percepción de que cualquier venezolano que llegue a Estados Unidos puede calificar con facilidad para un asilo político.
“Si no se pone control sobre eso, lo van a banalizar”, dijo Villalonga, cuya organización orienta a las personas sobre las opciones migratorias que tienen y “para ver si realmente califican para el asilo político.”
Según el abogado de inmigración Irvin González, el asilo político se ha convertido en una forma de “comprar estadía en Estados Unidos”.
Los solicitantes reciben un estatus temporal y después de 150 días de la aplicación pueden solicitar el permiso de trabajo. Los turnos para entrevista con Inmigración para los casos de asilo político están demorando hasta el 2018 o el 2019.
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