El segundo encierro de los sanfermines ha sido rápido, limpio y bonito en unas calles de Pamplona (norte de España) con numerosos corredores.
Las reses de El Tajo y la Reina, ganadería extremeña que debuta en Pamplona, han salido de los corrales de la cuesta de Santo Domingo juntos y encabezados por los cabestros, que metros más adelante han abierto la manada junto a un toro negro.
Los morlacos han llegado agrupados a la plaza después de algunas caídas en el callejón, que se han repetido a la entrada del coso, al parecer sin mayores consecuencias, tras recorrer el trayecto del encierro en dos minutos y diez segundos.
Los seis toros de la ganadería de José Miguel Arroyo, “Joselito” en su etapa de matador, han presentado capas negras y castañas y pesan entre 520 y 585 kilos.
Por la tarde estos astados serán lidiados en el coso pamplonés por Diego Urdiales, Morenito de Aranda y Jiménez Fortes.
Su comportamiento en el encierro era una incógnita, puesto que como debutantes carecen de antecedentes en esta carrera, pero no han hecho por los mozos en todo el recorrido, que ha tenido una duración inferior al de ayer, ya de por sí rápido.
Tres corredores, dos de Estados Unidos y uno del Reino Unido, resultaron heridos por asta de toros en el encierro de ayer, en el que once personas fueron trasladadas al Complejo Hospitalario de Navarra. EFE
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