La conversión de algunas bombas nacionales en estaciones Safec o internacionales, desde el pasado lunes, ha convulsionado el abastecimiento de gasolina no sólo en la zona fronteriza sino también en los municipios del interior del estado, donde la gente se queja por el incremento de las colas para surtir a precio nacional, los problemas que se generan para las familias que viven cerca de las estaciones de servicio, la eliminación de la preferencia que tenían algunos funcionarios y, en muchos casos, la compra casi obligada de gasolina a 83 bolívares el litro.
En San Antonio y Ureña, desde hace años existen las estaciones del Sistema de Abastecimiento Fronterizo Especial de Combustible (Safec), más conocidas como bombas internacionales, donde hasta hace poco cualquier usuario venezolano ajeno a la realidad que se vive en la zona, se admiraba al saber que el litro de gasolina costaba 80 bolívares o más.
Hasta hace pocos días en San Antonio del Táchira existía una sola estación Safec, mientras que en Ureña existían dos, donde prácticamente sólo surtían gasolina los vehículo de matrícula extranjera o carros con placa venezolana que no tienen el dispositivo Tag. Sin embargo, a mediados de junio el Ministerio de Energía y Petróleo, a través de la Dirección General de Mercado Interno de Combustible, comenzando un proceso de conversión de estaciones nacionales a Safec, iniciando con la estación de servicio internacional Ureña, ubicada en Aguas Calientes, destinada exclusivamente al transporte de carga, donde comenzó a venderse la gasolina y el gasoil a 83 bolívares el litro.
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