La crisis económica venezolana es, sin duda, una de la más grave por la que ha atravesado nuestro país en su historia contemporánea. Caracas ha pasado a ser una de las ciudades más inseguras del mundo, y también de las más caras. Transparencia Internacional señala en su informe anual que Venezuela pertenece al grupo de países con mayor opacidad en su gestión gubernamental, acompañado de un alto índice de inflación, escasez y grandes colas para conseguir los productos básicos.
Cada una de las afirmaciones anteriores son, por infortunio, el pan nuestro de cada día. Sabemos por experiencia que cada una de esas características están en nuestro país. La desesperanza, la apatía y el creciente éxodo se dan de hecho por la certeza de muchos en la irreversibilidad de estos fenómenos.
De manera que hablarle de crisis, escasez, corrupción e inseguridad es ineficaz, porque usted ya lo sabe. Quizá lo que aún no sabe es como pensamos los líderes políticos resolverlo.
Es probable que, como otros venezolanos, usted encuentre en Maiquetía la solución más viable para cambiar y mejorar su calidad de vida; esto sin conocer que la Asamblea Nacional tiene potestad reguladora, y es desde allí donde podemos emanar leyes destinadas a mitificar estos problemas de la vida diaria que hoy nos golpea. Quizás también desconoce que esta Institución puede pedir explicaciones de los recursos no declarados, proyectos no culminados y promesas incumplidas.
Ahora bien, la Asamblea por sí sola no puede invertir estas realidades de un plumazo, pero si puede activar los mecanismos para que el cambio empiece a darse. La organización ciudadana, la unidad política y los objetivos claros, pueden darnos la oportunidad de empezar a recuperar espacios de diálogo, espacios de reencuentro, espacios de construcción de un nuevo país.
Lo que quizás no sabe y pretendo ahora hacerle saber, es que el próximo 6 de diciembre podemos dar el giro hacia la Venezuela que usted y yo queremos, con una Asamblea Nacional verdaderamente útil que logre abrir el camino a un futuro mejor; pero el factor más importante, la posibilidad que eso sea posible, solo depende de usted.