Más de 400 niños de seis barriadas al noreste de la ciudad quedaron sin vacunas, luego de la visita número nueve que hicieran los amigos de los ajeno al Ambulatorio Rural El Ujano, ubicado en la II etapa del sector.
Fue en horas de la mañana de ayer, cuando los primeros en llegar a la sede del dispensario notaron que nuevamente los delincuentes habían aprovechado las horas de la madrugada y forzando la reja trasera ingresaron para llevarse la cocina, con su respectiva bombona y un ventilador.
Siguieron revisando en otras aéreas y vieron que el mayor de los desastres había ocurrido en el consultorio, donde tenían 412 de vacunas contra el polio, la hepatitis b. Además de la trivalente, rotavirus y otras dosis que recientemente habían sido donados por Sanidad para prevenir las enfermedades de los más ‘pequeños’. Los delincuentes, con la intención de llevarse las dos neveras, lanzaron al piso los biológicos.
Pese a que muchos de ellos no se quebraron, no podrán ser utilizadas porque al ser expuestos a temperatura ambiente perdieron su efectividad.
Otras de las dosis se fueron dentro de los refrigeradores. Se presume que los ‘pillos’, las botaron en otro lugar. Las gasas, el alcohol, el tensiómetro, y decenas de inyectadoras, así como el esterilizador de equipos quirúrgicos y el nebulizador también se fueron en las bolsas de los delincuentes.
Inoperativos
La visita del hampa ya no es algo que sorprenda a trabajadores del dispensario, mucho menos a los habitantes de la populosa barriada. Irene Saavedra, coordinadora del centro asistencial, manifestó que a finales del mes pasado, y antes de esta incursión, delincuentes también irrumpieron en la sede.
Dicen estar cansados de la apatía de los organismos de seguridad. “Ya está bueno de tantos robos y que al día siguiente pasemos la página como si nada. Nos mantendremos inoperativos hasta tanto las autoridades sanitarias no se manifiesten”, precisó.
Vía El Informador.