Una peculiar imagen circula en las redes sociales a propósito de la gira que el papa Francisco realiza por distintos países del continente y se debe a la manera en que decide salir en público ante millones de feligreses.
Para el sumo pontífice no hace falta una silla de oro o ropa lujosa para dar su mensaje a los creyentes. A diferencia de su antecesor, el papa Benedicto XVI.
Junto a la imagen, se enumeran las siete diferencias entre los llamados hombres de Dios.
1. Cambió el trono de oro por una silla de madera… algo más apropiado para el discípulo de un carpintero.
2. No quiso la estola roja bordada en oro heredera del Imperio romano, ni la esclavina roja…
3. Usa los mismos zapatos negros viejos, no pidió los clásicos rojos.
4. Usa su misma cruz de metal, nada de rubíes y diamantes.
5. Su anillo papal es de plata, no de oro.
6. Usa por debajo de la sotana los mismos pantalones negros de siempre, para recordarse que es un sacerdote más.
¿Descubrieron la séptima diferencia? Se ha quitado la alfombra roja… se ve que no le interesan tanto la fama y los aplausos.