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La revista estadounidense The New Yorker revela en su última edición una oscura trama de narcotráfico y lavado de dinero que supuestamente involucra a Hugo Chávez, el régimen iraní y el grupo terrorista Hezbollah. En el marco de una extensa investigación sobre la muerte de Alberto Nisman, la publicación de los Estados Unidos indaga en profundidad en los lazos de Irán en la región y cómo el gobierno bolivariano de Venezuela le abrió las puertas hacia las otras naciones amigas y socias. Lea a continuación la reseña de Infobae
Infobae / Política
La nota –titulada “La muerte del fiscal” y escrita por Dexter Filkins, incluye entrevistas a testigos y protagonistas del caso que conmovió a la Argentina y que el autor compara, teniendo en cuenta las diversas teorías conspirativas que giran en torno a ella, con el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
Según recopiló Filkins de ex agentes chavistas, Chávez permitió a Mahmoud Ahmadinejad y a Hezbollah establecer en Venezuela la base de una red internacional de lavado de dinero y narcotráfico. “El gobierno iraní era una fuerza creciente en la región. De acuerdo con oficiales venezolanos, Hugo Chávez introdujo a Ahmadinejad a los líderes de América Latina“, señaló el periodista, que además entrevistó a la presidente Cristina Kirchner para su informe.
Mahmoud Ahmadinejad junto a Hugo Chávez
Filkins reveló además que por las gestiones y los acuerdos secretos entre Chávez yAhmadinejad, tanto Venezuela como Irán habían conseguido un fondo común de 2.000 millones de dólares. “Oficiales norteamericanos dicen que Chávez también garantizó operaciones de las Fuerzas Revolucionarias Iraníes y de Hezbollah“. Y va más allá: “En 2007, Chávez permitió que Irán y Hezbollah usaran a Venezuela como base de una red de narcotráfico y lavado de dinero (…) la red le daba a Irán y Hezbollah mil millones de dólares al año, con los vuelos Caracas-Teherán a menudo usados para transportar drogas“.
El periodista norteamericano, quien en el artículo explicó parte de la investigación de Nisman avaló en varios tramos de su nota la certeza de que Irán haya participado del ataque terrorista a la AMIA. “Desde la Revolución Islámica, el régimen iraní mantuvo un programa intenso de asesinatos. El régimen fue acusado de asesinar a al menos a 18 personas viviendo fuera de Irán, la mayoría disidentes iraníes. Los asesinatos más notorios tuvieron lugar en 1992, cuando agentes iraníes bajaron a cuatro kurdos exiliados en un restaurant griego en Berlín. Los fiscales alemanes persiguieron implacablemente a los oficiales iraníes, como hizo Nisman“.
En su extensa nota, Filkins relató detalladamente los pasos que dio Nisman en su investigación, desde que se hizo cargo por orden del ex presidente argentino Néstor Kirchner de la investigación del peor ataque terrorista de la historia argentina. En ella detalla los testigos, los movimientos y las últimas horas del fiscal especial. Pero también explica la obsesión del investigador del atentado a la AMIA. Nisman había probado con claridad que en la década del 80 Irán había establecido una “vasta red de espionaje” en la región que reunía información, seleccionaba objetivos y reclutaba ayuda local.
Pero la ayuda de Chávez hacia Ahmadinejad no terminó sólo con las facilidades para el tráfico de drogas y el lavado de dinero. El caudillo bolivariano también contribuyó para que el régimen iraní pudiera negociar impunidad en la región. En enero de 2007, Ahmadinejad se entrevistó con Chávez para que éste intercediera ante los Kirchner. El iraní quería acceso a la tecnología nuclear argentina, cuya central atómica –Atucha– utiliza una similar a la que se necesita el reactor Arak, aún en construcción en Irán.
“‘Hermano, necesito un favor’, le dijo Ahmadinejad a Chávez. ‘Lo que cueste en términos de dinero, será cubierto’. ‘Me ocuparé’, respondió Chávez. Ahmadinejad también le pidió que persuada a los Kirchner para que saquen los nombres de los iraníes de la lista de Interpol. Chávez también accedió“, contó Filkins en The New Yorker. Nisman había acusado a siete oficiales iraníes de haber participado del ataque terrorista contra la AMIA y eran buscados en todo el mundo por Interpol.