Los problemas que tienen las casas médicas de la región para conseguir algunos insumos escasos parecen no afectar a los buhoneros a las afueras de la emergencia del Hospital Universitario Ángel Larralde, donde se distribuyen productos y material médico a montos que se ubican hasta tres veces por encima de su precio regulado, reseña El carabobeño.
Son contados los puestos que venden productos regulados y médicos, lo que traduce la poca oferta en precios más altos para el público. Ricardo Gutiérrez tuvo que cancelar 600 bolívares (el valor de un plato principal en un restaurante) por un yelco que necesitaba un familiar recluido en la emergencia.
Gasas, recolectores de orina y heces, material desechable, inyectadoras o alcohol son otros de los productos que ofrecen los buhoneros. Mientras una casa médica oferta una inyectadora a 80 bolívares, frente a la emergencia del Hospital Carabobo se consiguen a 150. Los scalps, escasos desde hace varios meses en las distribuidoras, pueden costar hasta Bs 200.
Los tarantines tampoco son un sitio seguro para comprar. Las fallas más graves se presentan en materiales del área pediátrica, que presentan intermitencias en su distribución desde hace varios meses.
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