La carne pasó de ser un alimento básico en la dieta del venezolano a convertirse en un milagro cuando se consigue en los mostradores.
En este recorrido se comprobó la triste situación de las carnicerías, mientras que sus empleados insisten en intervenir a los grandes distribuidores y no a las pequeñas tiendas ante la inexistencia del producto.
“Los inspectores de la Sundde dicen que eso no es problema de ellos, que vendamos lo que tenemos y ya”, cuentan los carniceros y agregan que el kilo de carne ya ronda los mil bolívares.