El presidente de Cuba, Raúl Castro, insistió hoy en que “no es posible concebir” relaciones normales con EE.UU. mientras persista el “bloqueo” a la isla y espera que su homólogo Barack Obama utilice “sus facultades ejecutivas” para desmantelar aspectos de esa política. EFE.
“Esperamos que (Obama) continúe usando sus facultades ejecutivas para desmantelar aspectos de esta política, que causa daños y privaciones a nuestro pueblo”, dijo Raúl Castro al clausurar hoy el primer pleno ordinario anual de la Asamblea Nacional de la isla (parlamento unicameral), informaron medios oficiales.
La prensa extranjera acreditada en La Habana no ha tenido acceso a esa sesión parlamentaria ni al discurso de Raúl Castro, cuyo texto aún no ha sido divulgado íntegramente.
Según la web oficial Cubadebate, el presidente cubano hizo esa consideración al reconocer el llamamiento de Barack Obama al Congreso de EE.UU. para que levante el embargo sobre Cuba realizado el 1 de julio, cuando se anunció la fecha del 20 de julio para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Con la reanudación de lazos diplomáticos el próximo lunes, concluirá la primera fase del proceso que se anunció el 17 de diciembre de 2014, señaló Raúl Castro.
“Comenzará entonces una nueva etapa, larga y compleja, en el camino hacia la normalización de las relaciones, que requerirá voluntad para encontrar soluciones a los problemas que se han acumulado en más de cinco décadas y afectan los vínculos entre nuestros países y pueblos”, dijo el presidente de Cuba.
Se trata, añadió, de fundar un “nuevo tipo de lazos entre ambos Estados, distintos a los de toda nuestra historia común”.
Raúl Castro volvió a señalar que para normalizar totalmente los vínculos bilaterales con Washington será necesario, además de acabar con el bloqueo, que EE.UU. devuelva a la isla el territorio “ilegalmente ocupado” por la base en Guantánamo.
Cuba también reclama que cesen “las transmisiones radiales y televisivas ilegales hacia la isla, que se eliminen los programas dirigidos a promover la subversión y la desestabilización internas y se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados a causa de las políticas de Estados Unidos”.
“El Gobierno revolucionario tiene la disposición de avanzar en la normalización de las relaciones, convencido de que ambos países podemos cooperar y coexistir civilizadamente, en beneficio mutuo, por encima de las diferencias que tenemos y tendremos, y contribuir con ello a la paz, la seguridad, la estabilidad, el desarrollo y la equidad en nuestro continente y el mundo”, agregó Raúl Castro.